La cifra de muertos por dos ataques explosivos ocurridos en Bagdad el fin de semana aumentó a 213 personas, los más mortíferos en lo que va del año. La policía y fuentes médicas de la capital iraquí señalaron que el número de víctimas fatales se elevó tras la localización de cuerpos entre los escombros y luego de que algunas personas fallecieron a causa de las heridas que les provocaron los atentados suicidas en concurridas zonas comerciales. El grupo Estado Islámico se atribuyó la responsabilidad por el ataque en un comunicado distribuido a sus seguidores en línea, reivindicando uno más de los numerosos atentados mortales en áreas principalmente chiitas de Bagdad. El ataque se produjo la madrugada del domingo en la zona comercial del distrito de Karrada, cuando un camión cargado de explosivos explotó en la concurrida calle del barrio predominantemente chiita en el centro de Bagdad. El primer ministro Haider al-Abadi visitó la zona principalmente chiita el domingo, donde increpado por vecinos del distrito de Karrada por la incapacidad de su gobierno de proteger a los civiles. El dignatario condenó el ataque y decretó tres días de luto nacional tras visitar el lugar de la masacre. El atentado se produjo una semana después de que fuerzas iraquíes obtuvieron una victoria importante sobre el Estado Islámico, cuando retomaron la ciudad de Faluya, una estratégica ciudad situada a 50 kilómetros de la capital y uno de los últimos reductos del grupo extremista en el país árabe. La segunda explosión fue perpetrada en un mercadillo del barrio Shaab, otra zona habitada por chiitas al sureste de la capital iraquí, donde al menos una persona falleció y cinco más resultaron heridas, según reportes policiales.

 

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