Luego de 2 años 11 meses de construcción, la primera etapa de la refinería Olmeca, construida en el puerto de Dos Bocas, en Tabasco, comenzará este viernes su fase de pruebas con la meta de que en 6 meses pueda estar óptima para el procesamiento de 340,000 barriles diarios de petróleo crudo.
Se trata de la segunda obra de infraestructura de mayor importancia en la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, luego del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), y con la que se busca que el país pueda satisfacer su demanda de combustibles, gasolina y diésel, de los cuales depende mayoritariamente del extranjero.
De acuerdo con la Secretaría de Energía (Sener), actualmente México importa hasta un 80% de las gasolinas y diésel que se consumen en el país por lo que se fijó como un objetivo de gobierno aumentar la soberanía energética con una fuerte inversión en la rehabilitación de las seis refinerías con las que cuenta la nación.
A este plan, se agregó la compra a Shell de la refinería de Deer Park, en Texas, por 1,600 millones de dólares.
Hasta antes de su rehabilitación, estas plantas operaban por debajo del 38% de su capacidad, lo que redujo la capacidad del país de satisfacer la demanda interna por falta de mantenimiento.
De 2019 a la fecha, el gobierno federal ha destinado alrededor de 37,000 millones de pesos en la rehabilitación de las seis refinerías con las que cuenta: Salamanca, Minatitlán, Madero, Cadereyta, Salina Cruz y Tula.
“Los neoliberales decidieron vender petróleo crudo y comprar las gasolinas, esa fue la política del periodo neoliberal, es como si vendiéramos naranja y compráramos jugo de naranja. Ahora es distinto, ahora vamos a procesar toda nuestra materia prima. Ya el año próximo ya vamos a dejar de comprar la gasolina en el extranjero, vamos a ser autosuficientes”, afirmó el mandatario mexicano el pasado 1 de mayo al conmemorar el Día del Trabajo en el puerto de Dos Bocas.
De acuerdo con Pemex, en el primer trimestre del año, el proceso de crudo en estas se ubicó en 822,000 barriles diarios, un incremento de 10% en relación con el mismo periodo de 2021.
Durante el trimestre, las refinerías que presentan un mejor desempeño operativo fueron Salina Cruz, con un proceso promedio de crudo de 178 mil barriles diarios (Mbd); Tula, con 176 Mbd; Salamanca, con 134 Mbd; Minatitlán, con 122 Mbd, y Madero, con 95 Mbd.
En el primer trimestre de 2022, la elaboración de productos petrolíferos aumentó 10% respecto al mismo trimestre de 2021, con un promedio de 839 Mbd, de los cuales 273 Mbd fueron de gasolinas, 150 Mbd de diésel, 32 Mbd de turbosina y 385 Mbd de otros petrolíferos y gas LP.
Una refinería para bajar la importación
Si bien el presidente ha reiterado en su discurso que México no importará más gasolinas, el caso de negocio de la refinería de Dos Bocas, solo habla de disminuir la importación, más no dejar de depender de ésta por completo.
“Con la instalación de la nueva refinería se estima que será posible incrementar la oferta de gasolina y diésel en por lo menos 290,000 barriles diarios, y, con ello, se podrá disminuir proporcionalmente su importación”, señala el documento de Pemex.
Dicho volumen representa aproximadamente un tercio de la demanda de gasolinas y diésel.
México presenta un nivel mínimo de cobertura de la demanda de gasolina con producción nacional respecto a otros países emergentes y desarrollado.
La misma Sener ha proyectado que el desfase entre oferta y demanda local que se continuará acentuando al menos, hasta 2026.
Entonces para gasolina y para diésel, la diferencia entre oferta y demanda requerirá cubrirse con importaciones.
Una nueva refinería después de más de 40 años
La refinería Olmeca será la séptima del Sistema Nacional de Refinación y la primera que se inaugura en 43 años en México. La última que se puso en marcha para la elaboración de combustibles fue la de Salina Cruz, en Oaxaca, durante el boom petrolero experimentado en el sexenio de José López Portillo.
En un inicio, el costo estimado de este complejo petroquímico fue de alrededor de 160,000 millones de pesos (8,000 millones de dólares), pero el presidente López Obrador ha reconocido un sobrecosto de entre 3,000 y 4,000 millones de dólares.
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Sin embargo, y aunque la pretensión del gobierno federal es que la refinería Olmeca pueda alcanzar su fase máxima de producción en fast track, lo cierto es que diversos análisis refieren que este complejo petroquímico alcanzará su madurez hasta 2026, dos años después de la salida de López Obrador.
De acuerdo con el análisis costo-beneficio correspondiente a la construcción del ramal ferroviario Estación Ing. Roberto Ayala-Dos Bocas, en el estado de Tabasco, la refinería Olmeca podrá procesar a su máxima capacidad hasta 2026, fundamentalmente por la falta de infraestructura ferroviaria para transportar los petrolíferos.
Según el programa de inversiones de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), el gobierno federal a través de la Secretaría de Marina destinará alrededor de 6,000 millones de pesos para la edificación de una vía férrea de 93 kilómetros, que atravesará cinco municipios de Tabasco, y finalizará en el puerto de Dos Bocas, y se logre conectar a la nueva refinería con la red ferroviaria nacional.
El plan es que este nuevo ramal pueda conectarse con la línea de ferrocarril del Mayab, la cual atraviesa los estados de Veracruz, Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Oaxaca.
Aunque se tiene estimado que la refinería comience su producción a principios de 2023, se contempla que el ramal Roberto Ayala a Dos Bocas pueda concluirse hasta principios de 2024.
“Por una parte, no existen ductos de distribución a la zona de estudios, ni infraestructura ferroviaria que conecte la refinería con la red ferroviaria nacional.
“Con la puesta en marcha de la refinería Dos Bocas, el incremento de mercancías en el puerto de Dos Bocas y el bajo crecimiento del Sistema Ferroviario, se enfrenta una situación crítica, caracterizada por graves restricciones para cumplir con el objetivo de suministrar petrolíferos al país con eficiencia, calidad, oportunidad, seguridad y a precios competitivos”, refiere la consultora Scala.
Expertos y fuentes cercanas al desarrollo de la refinería de Dos Bocas coinciden en que esta obra estrella de AMLO, le faltan varios años para que se pueda concluir, pues hasta la fecha carece de plantas, según el proyecto, son 17 plantas las que van a integrar al complejo.
No muere el optimismo de AMLO
El mandatario mexicano consideró que la nueva refinería Olmeca no dependerá del transporte ferroviario, que está en fase de construcción, para movilizar energéticos pues Dos Bocas, al ser un puerto marítimo, puede movilizar los petrolíferos en barco y también se echaría mano de las pipas.
“De todos los pozos de tierra de Tabasco y de Campeche y de los pozos de aguas someras de Campeche, ahí se concentra toda la materia prima, por eso decidimos hacer ahí la refinería. Ahí hay un puerto marítimo petrolero para sacar por barco todo el combustible que se necesite”, apuntó.
“Para llevar gasolina a Oaxaca la llevan en pipas de Salina Cruz o ¿cómo llevan gasolina a Nayarit? Pues de la terminal marítima de Mazatlán, se lleva la gasolina de Salina Cruz a Mazatlán por barco y de ahí por pipas a Nayarit y así es la distribución en todo el país”, señaló el presidente de la República.
“Estamos trabajando para que en el 2023, es un desafío, dejemos de comprar la gasolinas y no es un asunto fácil porque ahora que está creciendo la economía está aumentando el consumo”.
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Situación financiera de Pemex en alerta
Sin embargo, el incumplimiento en la producción de esta nueva refinería no es el único punto de alerta para los analistas, de acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), Pemex Transformación Industrial (PTRI), subsidiaria de la empresa productiva del Estado que se encarga del negocio de refinación y petroquímicos, puede enfrentar mayores pérdidas con la entrada en operación de la refinería.
El estudio destaca que las pérdidas acumuladas de PTRI por insuficiencias operativas a las que se le deben sumar las condiciones de volatilidad del mercado de combustibles podrían traer presiones a la empresa productiva del estado una vez que opere Dos Bocas.
Esta subsidiaria de Pemex registra pérdidas acumuladas por 1.28 billones de pesos entre 2011 y 2021. Solo en este último año, PTRI reportó una pérdida de 219,800 millones de pesos, y fue la única que tuvo un resultado negativo.
Calificadoras como Fitch Ratings y Moody’s han advertido que la estrategia de Pemex para incrementar su capacidad de refinación pone en riesgo su perfil crediticio al ocasionar mayores pérdidas operativas para la empresa en el corto y mediano plazo.
Entre sus advertencias, las calificadoras señalan que Pemex no ha tomado en cuenta si el negocio de refinación es un negocio conveniente, pues de acuerdo con estimaciones hacia 2050 la demanda mundial de combustibles será menor a los 75 millones de barriles diarios.
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