Esta historia fue publicada en la edición impresa de julio de 2018 de Forbes México. Suscríbete.   Por Juan Pablo Castañón* El proceso electoral está llegando a su fin y es momento de mirar hacia delante. Los retos que enfrentará la nueva administración son también los que compartimos todos los mexicanos, y superarlos requiere de la construcción de puentes de colaboración entre todos los sectores del país. Trabajando juntos podemos construir un México con mejor futuro. El mensaje del electorado es claro y también atañe a los empresarios. México necesita reducir la pobreza y la desigualdad y, en esa tarea, el sector privado debe trabajar más y con mayor responsabilidad social. Ése es el compromiso que tenemos todos los organismos y las empresas que formamos parte del Consejo Coordinador Empresarial (CCE). Quienes emprendemos en este país tenemos la vocación de arriesgar e innovar, pero también la de participar en el desarrollo de nuestras comunidades. Y estamos decididos a hacerlo, con ánimo renovado y de manera coordinada, con quienes resultaron electos. El objetivo es que todos los mexicanos avancemos unidos, más allá de diferencias políticas, en la construcción de un mercado interno fuerte y una economía abierta, a fin de modernizar nuestro aparato productivo, consolidarnos como potencia exportadora y generar empleos de calidad. Desde el CCE, donde damos voz a más de un millón de empresas formales de todos los sectores y tamaños, estamos convencidos de que el trabajo conjunto y coordinado de la sociedad y el gobierno es la mejor manera para superar los desafíos que enfrentamos. Con un gobierno que genere confianza, los empresarios seguiremos invirtiendo y creando empleos para los mexicanos. Por eso, para el sector privado es tan importante que se haya refrendado la estabilidad política y la normalidad democrática en el país, así como es indispensable fortalecer los fundamentales de la economía, mantener el equilibrio de las finanzas públicas, fomentar la libertad de empresa y promover una economía de mercado. En el sector privado queremos construir un México con mejores oportunidades, en el que la movilidad social sea una realidad para quienes hoy viven en la exclusión. Y por eso, en una primera reunión con el próximo presidente y miembros de lo que será su gabinete, hicimos un llamado a transitar de un modelo de subsidios, que son paliativos de la pobreza, a un modelo de medidas que permitan superarla, a través de un mayor apoyo a las micro, pequeñas y medianas empresas, de una educación pública de calidad, servicios de salud universal y seguridad social para todos. Tenemos puntos en común sobre los que ya hemos tejido acuerdos con el nuevo gobierno. Juntos vamos a promover la incorporación de los jóvenes al mercado laboral, a fortalecer el modelo mexicano de formación dual y vincular de manera más efectiva a los centros de investigación, las escuelas y las empresas. En el futuro, y sobre la base de una relación cercana y constructiva, seguiremos encontrando nuevas avenidas de colaboración. Aunque disintamos en algún tema, buscaremos, en un espíritu de diálogo, encontrar conjuntamente las mejores soluciones para México, porque es momento de generar confianza. Sabemos que una mayor generación y mejor distribución de riqueza es un reto común de la sociedad mexicana que demanda del esfuerzo compartido de todos. Es momento de sumarnos en torno a ese anhelo común de construir un mejor futuro; dejar atrás nuestras diferencias y privilegiar el interés que compartimos para que a cada mexicano le vaya mejor. Los empresarios hemos iniciado un diálogo franco que esperamos se convierta en una relación productiva por el bien de México. * Presidente del Consejo Coordinador Empresarial Te puede interesar: Historia de insólito desencuentro preelectoral Te puede interesar: CCE pide a los candidatos presidenciales certezas para los negocios

 

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