Juan Ley Zevada, presidente de la Mexican Beef, asegura que el súper peso tiró las exportaciones de carne mexicana en 2023, la cual se ha ganado el paladar de los estadounidenses, canadienses y europeos.
“Nosotros traíamos un ritmo de crecimiento constante durante los 16 años y ese ritmo se pierde el año pasado, pero estoy confiado que volveremos a agarrar aire conforme se empiece a nivelar el tipo de cambio”, dice el empresario.
El principal impacto registrado en las exportaciones de carne es el tipo de cambio, “el cual nos afecta como productores porque las piezas que mandamos de exportación, que son pocas de todo el animal, nos dan un valor agregado en la apreciación de nichos de mercado”, dijo a Forbes México.
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Cuando comenzó Mexican Beef se exportaban solamente 30 mil 200 toneladas y en 2022 se alcanzaron ventas al exterior por más de 350 mil toneladas, comentó.
“Pero el año pasado tuvimos una contracción del 14 por ciento de las exportaciones, porque año con año nos ha tocado enfrentar muchos de los retos de la proteína animal”, dijo.
En los últimos 18 meses el peso se ha apreciado frente al dólar 17% o 3.43 unidades, según el Banco de México (Banxico).
El 19 de octubre de 2022, el tipo de cambio cotizó en 20.12 pesos por dólar, siendo uno de los últimos días en que estuvo en ese nivel, y a partir de ahí ha venido ganando terreno para ubicarse en 16.69 pesos por dólar, de acuerdo con información del banco central.
El peso fuerte “es un gran espejismo”
“El tipo de cambio es un gran espejismo, porque la gente piensa que nos está yendo y está afectando la base productiva”, comentó el representante de los exportadores de carne.
Agregó que en el mediano y largo plazo habrá menos empleos, generación de riqueza y que no ayuda a nadie un tipo de cambio fuerte.
“Lo que está impulsado al súper peso es el diferencial de tasas de interés y ese diferencial de tasas no es sostenible a largo plazo, se tiene que ajustar y le pegará al tipo de cambio y nos hará más competitivos a nivel internacional”, dijo Juan Ley Zevada.
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Recordó que el tipo de cambio hizo a las importaciones de carne más competitivas para el mercado mexicano, por lo que los productores se vieron forzados a bajar los precios.
“Hoy el tipo de cambio nos pega de los dos lados: por la exportación y por las piezas mexicanas que están compitiendo con la importación”, expresó.
El presidente de la Mexican Beef contó que uno de los grandes aprendizajes fue que se dieron cuenta de que la carne mexicana es de calidad mundial y no tiene nada qué pedirle a los proveedores extranjeros.
Desde hace varios años el mercado internacional para la carne mexicana es complementario, por lo que se debe buscar un mejor nicho año con año, comentó.
“Hace más de 16 años la idea era ver cómo desarrollábamos (la exportación de carne), cómo nos hacíamos notar, cómo abríamos las puertas en los mercados internacionales”, afirmó.
Juan Ley explicó que inicialmente fue un trabajo muy complejo, porque “el mexicano por cultura es malinchista, pensamos que el producto nacional no es tan bueno como el producto que viene del extranjero”.
El empresario reconoció el trabajo del Senasica, que ayudó en la obtención de los protocolos, normas y procesos de calidad mundial para ofrecer un producto inocuo en el mercado y así se consolidó la base del éxito que hemos tenido en los últimos años.
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“A nosotros nos ha tocado enfrentar la pandemia, nos ha tocado enfrentar conflictos internacionales, enfermedades ganaderas, el clima nos ha pegado a todos y el año pasado el tipo de cambio”, dijo.
“A pesar de todos esos eventos que están fuera, más de nosotros aquí estamos, aquí estaremos y seguiremos empujando el tema de la exportación de la carne de res en el mundo”, agregó.
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