Reuters.- Rusia dijo que este mes tratará de multar al gigante tecnológico estadounidense Google con un porcentaje de su facturación anual en el país por no haber eliminado en repetidas ocasiones contenidos considerados ilegales, lo que supone el esfuerzo más claro de Moscú por frenar a las empresas tecnológicas extranjeras.
El regulador ruso de las comunicaciones, Roskomnadzor, dijo que Google no había pagado 32.5 millones de rublos (458,100 dólares) en sanciones impuestas en lo que va de año y que ahora solicitará una multa de entre el 5% y el 20% de la facturación rusa de Google, que podría alcanzar los 240 millones de dólares, lo que supone un aumento significativo.
Google no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.
Rusia ha aumentado la presión sobre las empresas tecnológicas extranjeras en su intento por ejercer un mayor control sobre Internet en el país, reduciendo la velocidad de Twitter TWTR.N desde marzo y multando habitualmente a otras por violaciones de contenidos.
Los activistas de la oposición han acusado a Google GOOGL.O, propiedad de Alphabet, y a Apple AAPL.O de ceder a las presiones del Kremlin después de que eliminaran de sus tiendas una aplicación de votación táctica contra el Gobierno.
Roskomnadzor dijo a principios de octubre que pediría a un tribunal que impusiera una multa por volumen de negocios a la empresa de redes sociales Facebook FB.O, citando la legislación firmada por el presidente Vladimir Putin en diciembre de 2020.
“En octubre se presentará un caso similar contra Google”, dijo Roskomnadzor en comentarios enviados por correo electrónico a Reuters el martes, señalando que la compañía también era propietaria del sitio de alojamiento de vídeos YouTube.
La base de datos empresarial SPARK mostró que la facturación de Google en Rusia en 2020 fue de 85,500 millones de rublos. Una multa del 5-20% supondría entre 4,300 y 17,100 millones de rublos.
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Actualmente, Google se enfrenta a una sentencia judicial que le exige desbloquear la cuenta de YouTube de un empresario ruso sancionado o enfrentarse a una multa acumulativa sobre su facturación global que se duplicaría cada semana y obligaría a Google a abandonar el negocio en cuestión de meses si tuviera que pagarla.
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