La primera ministra británica, Theresa May, hizo público este jueves su proyecto sobre las futuras relaciones con la Unión Europea tras el Brexit. El plan sitúa en el centro una zona de libre comercio de bienes que no ha gustado a un amplio sector de su partido. Además, May dejó claro que el Reino Unido recuperará el control de sus fronteras, el de la legislación y aplicación de las leyes británicas, y la independencia para decidir sobre su política comercial. “Nuestro plan de Brexit para el Reino Unido verdaderamente respeta la voluntad de los británicos”, afirmaba en un comunicado publicado este jueves en su página de Facebook. En el esperado documento denominado Libro Blanco, su gobierno dijo que su postura en la negociación había “evolucionado”, pero que mantenía sus principios para el Brexit, el mayor cambio en la política exterior y comercial de Reino Unido en décadas. El documento de 98 páginas, que provocó la renuncia de dos de sus principales ministros a principios de esta semana, sugiere que el gobierno espera mantener estrechos vínculos con el bloque y participar en sus instituciones de productos químicos, médicos y de aviación. El Libro Blanco incluye un importante cambio para el enorme sector de servicios financieros de Reino Unido, ya que el gobierno abandona los planes de mantener un vínculos comerciales fuertes que quería la City, a cambio de un acuerdo que ofrece flexibilidad pero un acceso al mercado más limitado.   Tres grandes preocupaciones que el plan de May afronta Theresa May explica este jueves en su página de Facebook que en las últimas semanas identificó tres grandes preocupaciones entorno al plan de relaciones post-Brexit entre Reuni y la UE. “¿Significa (el plan) la fin de la libertad de movimientos (de las personas)? ¿Podremos negociar nuestros propios tratados comerciales? Y, ¿quedará el Reino Unido fuera de la jurisdicción del Tribunal de la Unión Europea?”, preguntaba. “Me complace decir que las respuestas son un simple sí, sí y sí”, respondía. En cuanto a la primera cuestión, May se encarga de dejar claro a sus conciudadanos que en su país “la gente no estará autorizada para llegar de alrededor de Europa para intentar encontrar trabajo”. Es decir, May quiere dejar claro que con su plan será el Reino Unido quien tenga absoluto control de sus fronteras. Sin embargo, publica que siempre recibirán con los brazos abiertos “profesionales calificados” que contribuyan al progreso del país, como “doctores”, “enfermeras”, “ingenieros” y “emprendedores”. En cuanto a la independencia de su política comercial, afirma que tendrán su propia silla en la Organización Mundial del Comercio y capacidad para imponer sus tarifas. “Los bienes y servicios británicos están en un auge de demanda internacional, así que no sorprende que los países estén formados para llegar a acuerdos comerciales en cuanto salgamos de la UE”, escribe. En relación con esto, May afirma que están discutiendo con estados ya interesados, como EU. De hecho, este jueves se reúne con el presidente Trump, quien afirmó, durante la reunión de la OTAN en Bruselas, que no estaba seguro de que la nueva propuesta de May fuera lo que Reino Unido había votado en el referéndum de 2016. En cuanto a la sujeción a los tribunales europeos, May afirma que UK sí seguirá aplicando normativa comunitaria en temas como emisiones de gases o sanidad alimentaria. Pero esto no significa que la legislación europea siga aplicándose automáticamente y directamente en el Reino Unido, sino que deberá ser el Parlamento quien legisle.   Nuevo gabinete, optimista pero cauto con el Libro Blanco “Salir de la Unión Europea implica desafíos y oportunidades. Debemos asumir el desafío y aprovechar las oportunidades”, escribió en el prólogo del documento el ministro del Brexit, Dominic Raab, nombrado para el puesto el lunes. “Este es el enfoque correcto, tanto para el Reino Unido como para la UE. El Libro Blanco establece en detalle cómo va a funcionar”. En su comunicado, May también se muestra segura de que este es el mejor plan para ambas partes. Sin embargo, considera que deben prepararse para la posibilidad de salir de la UE sin un acuerdo. Menos de nueve meses antes de que Reino Unido abandone el bloque, May ha estado bajo presión de las empresas, las autoridades de la UE y sus propios políticos para que explicase su posición negociadora para desbloquear las conversaciones del Brexit, todas estancadas. Su equipo espera que la publicación del Libro Blanco reduzca las preocupaciones entre muchos partidarios del Brexit tras la dimisión del ex secretario de Relaciones Exteriores Boris Johnson y el ex negociador para el Brexit David Davis. Con información de Reuters

 

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