- La ACCIÓN es la madre del éxito. La acción cura el miedo hacia el futuro, ayudando a no alimentar nuestro pesimismo; substituye el tiempo que ocupamos pensando en lo negativo de nuestra realidad por tiempo en el que buscamos oportunidades y soluciones, siendo así más eficientes y productivos. Churchill decía, mientras trabajaba dieciocho horas diarias en plena guerra mundial: “No hay tiempo para preocuparse”. Las crisis por regla general generan miedo, el miedo genera inercia y la inercia termina agudizando la crisis. La acción rompe es ciclo. En términos empresariales eso significa que, mas que nunca, es hora de tomar decisiones y arriesgarnos a salir de la caja y elegir nuevos caminos.
- La auto-responsabilidad es clave: ¡qué fácil será para muchos culpar solamente al “Crecimiento Cero” de la situación de su negocio! Pero un empresario responsable sabe que su visión, creatividad, disciplina, enfoque, y resiliencia, factores que él controla, son fundamentales para el éxito, independientemente de los factores externos. El sentido de auto-responsabilidad genera automáticamente una manera diferente de analizar y enfocar los problemas, y buscar sus soluciones. Así que camina hacia el espejo más cercano, mírate a los ojos y repite “El éxito de mi empresa no depende ni del Presidente ni del Congreso, depende de MI”.
- Establecer una misión Clara con enfoque en la solución. La misión para 2020 no puede ser simplemente “Sobrevivir a la crisis”, o “Minimizar perdidas”. Establecer misiones como “Aumentar mi participación de mercado aprovechando la coyuntura” , ayudarán a enfocar positivamente los recursos, creatividad y energía de la empresa . Y naturalmente esa actitud ayudará a identificar oportunidades, que nunca veremos si estamos con la cabeza escondida en la tierra, aterrados e inertes por lo que pueda venir. Es fundamental abandonar el estado emocional negativo y preguntarse siempre: ¿Cuáles son todas las soluciones posibles?
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