Desde 1837, Tiffany & Co. ha mantenido su legado como uno de los principales joyeros del mundo y una autoridad líder en la trazabilidad de diamantes, desde la obtención responsable de la piedra en minas hasta la elegancia en el porte de una joya. Después de ser extraídos, 1,500 artesanos de Tiffany & Co.cortan estas piedras en bruto con proporciones exactas en cinco talleres de corte de diamantes en todo el mundo. La combinación de los estándares de Tiffany & Co. y su artesanía sin igual produce los diamantes más bellos del mundo. Obtener la profunda belleza de una piedra requiere del máximo control y cuidado en el detalle. En este sentido, el proceso de elaboración involucra múltiples decisiones para dar vida, fuego y brillo a un diamante, donde la dedicación incansable y el compromiso artesanal son piezas fundamental para alcanzar la perfección en todas las pieza. Para Tiffany & Co., cada diamante es como una huella digital humana con características únicas que atribuyen un valor auténtico que constituyen la sensibilidad de la forma, elegancia y belleza de los detalles en sus joyas. Las elaboración de las piezas pueden tardar hasta casi un año, desde el momento en que se descubre hasta que se termina el diseño; esto de acuerdo con cuatro valores esenciales para la elegancia de alta gama: corte, claridad, color y peso. Corte Las facetas de un diamante interactúan con la luz, que está definida por la simetría, proporción y pulido. Más que cualquier otro factor, el corte determina la belleza de la piedra. La proporción de un diamante relaciona el tamaño de la piedra y los ángulos de sus diferentes partes; la simetría es el resultado de la precisión entre sus líneas y facetas, mientras que el pulido es el acabado exterior del diamante. Claridad La claridad es una medida de pureza y rareza del diamante. Una piedra se clasifica como impecable si, bajo una amplificación de 10x, no tiene imperfecciones internas ni manchas visibles. Los diamantes libres de imperfecciones son extremadamente raros y son valuados en proporción. Color El color se refiere al tono del diamante. El grado de color afecta directamente la apariencia de la piedra. En la naturaleza, la mayoría de los diamantes tienen una ligera tonalidad amarilla o café. Mientras más incoloro sea un diamante, más excepcional es. Los diamantes con un bajo grado de color pueden aparecer ligeramente amarillos en lugar del blanco brillante deseado. Tiffany & Co. no acepta piedras que exhiben fluorescencia fuerte o excesiva, puesto que en iluminación natural puede dar a los diamantes una apariencia lechosa.   Peso en quilates Tiffany & Co. corta los diamantes para resaltar su brillo, no su peso en quilates. El quilate es lo que determina el peso de un diamante. Un diamante puede tener un mayor peso en quilates sin parecer más grande, es decir, que dos diamantes del mismo peso en quilates pueden variar en tamaño si uno se corta más profundo que el otro. En otras palabras, el peso en quilates no necesariamente denota el tamaño. Tomado únicamente el quilataje no se determina el valor de un diamante, puesto que también intervienen la claridad, el color y el corte.

 

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