No es imposible y es quizá la mejor decisión que puedas tomar a estas alturas de tu vida, así que tómalo con seriedad y checa estos consejos.   Por Samantha Sharf   Érase una vez una mujer que pensó que le sería más fácil ahorrar para su retiro una vez que terminara de pagar el crédito estudiantil que contrajo para cursar la universidad. Cuando por fin liquidó su deuda, nuestra heroína cayó presa del amor y comenzó a ahorrar para su boda. Luego para una casa, después vino el gasto que conlleva tener hijos, incluyendo ahorrar para sus estudios universitarios. Lo “más fácil” nunca llegó y 30 años después de su graduación, a sus 53 años, no tiene dinero ahorrado para tener una jubilación digna. Su mensaje: No dejes que esto te suceda. “Siempre habrá demandas que compiten por tu dinero”, dice Stuart Ritter, vicepresidente de T. Rowe Price Investment Services. “Siempre habrá más cosas que quieres comprar que dinero para comprarlas. Así que cuanto antes lo superes, mejor para ti.” Eres inteligente. Probablemente sabes que debes ahorrar para tu retiro. Hay incluso una posibilidad decente de que ya hayas comenzado —de acuerdo con un nuevo estudio de Fidelity, 47% de los estadounidenses de 25 a 34 años ya empezó—. Sin embargo, las probabilidades son más altas de que no sea así o de que tengas la impresión de que no lo estás haciendo del todo bien. No te dejes intimidar. “No es ingeniería espacial”, dice Carrie Schwab-Pomerantz, presidente de la Fundación Charles Schwab. La verdad es que con un ligero empujón y un poco de orientación, puedes enfrentar tu jubilación sin problema. A continuación explicamos porqué es importante comenzar ahora (es probable que lo hayas escuchado antes, pero vale la pena repetirlo) y cómo empezar a ahorrar. Por último, ya que la vida cambia rápidamente a los 20 años, tocamos algunos ‘qué pasaría si’. ¿Por qué? Manisha Thakor, CEO de MoneyZen Wealth Management, califica a las personas que actualmente tienen entre 20 y 30 años de “pioneros” de la jubilación. Gracias al modelo de ahorro voluntario que se expande por todo el mundo, somos personalmente responsables de nuestros patrimonio en un grado que era inimaginable hace sólo unas pocas generaciones. La buena noticia es que, a diferencia de los baby boomers, que podrían haber contado con un programa de jubilaciones, las personas de 20 años saben desde el principio que su calidad de vida en el retiro depende de ellos. “Cuanto antes comiences a ahorrar e invertir más fácil será ajustar tu presupuesto”, señala Schwab-Pomerantz. “Cuanto antes inicies tendrás que ahorrar menos porque tendrás el tiempo de tu lado.” El dinero reservado cuando tengas 22, 25 o 27 podrá gozar de cuatro décadas o más de ganancias bursátiles e interés compuesto. Esas poderosas fuerzas podrían significar que cada peso invertido a los 25 años podría valer cinco veces más que un peso invertido a los 45.   ¿Cómo? 1. Comprométete a ahorrar el 10%. Los expertos coinciden en que una persona que empieza a ahorrar para la jubilación a los 20 años tiene que guardar al menos el 10% de sus ingresos anuales. Thakor explica su dura actitud se reduce a cifras, frías y duras. “Te podría decir ‘comienza con 2 o 3%’, pero las matemáticas simplemente no funcionan así”, dice ella. Si el 10% suena a demasiado, considera esto: ese número no hará otra cosa que aumentar si esperas. Schwab-Pomerantz es un defensor de “la regla de menos 10”, que dice que si una persona empieza a ahorrar a sus 20 tiene que ahorrar 10%, mientras que una persona a partir de 30 años debe ahorrar un 20%. Si realmente no puedes ahorrar 10%, haz un plan para ir aumentando 2 o 3% anual a tu meta. Ajústalo cada aniversario de trabajo o como un regalo de cumpleaños para tu ‘yo’ futuro. O bien, aumenta el porcentaje que ahorras cada vez que recibas un aumento de sueldo; así, tu aumento en el ahorro no impactará la cantidad de dinero que te llevas a casa. 2. Elige tu Afore con cuidado. Dependiendo de tu edad cambia el fondo de inversión al cual se destinan tus ahorros para el retiro. Si tienes 20 irá a una cuenta Básica 4, entre los 37 y los 45 años a una Básica 3, y así hasta llegar a los mayores de 60. Para consultar los detalles sobre las distintas Afore puedes visitar la página oficial de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar). 3. Escoge tus inversiones. Si vas a ahorrar en una Afore, lo mejor es que te olvides de ese dinero y lo dejes crecer; ese dinero es invertido y los planes de inversión están diseñados a crecer contigo, cambiando de la asignación de activos a medida que envejeces. Sin embargo, hay otras opciones de inversión que podrían resultar más benéficas para tu futuro. Acércate a tu banco de confianza y pregunta sobre las alternativas que tiene para hacer que tu dinero crezca.   ¿Y si… ¿Cambio de trabajo? Tu Afore viaja contigo adonde tú quieras, así que no hay porqué preocuparse por ella. Si cambias de trabajo es probable que tengas una mejora salarial. Disfruta el extra que te da ese cheque, pero sólo el primer mes; después aumenta la cantidad que destinas a tu retiro. ¿Me caso/tengo hijos? La llegada de gente nueva a tu vida y el aumento de responsabilidades no disminuyen la necesidad de hacer de la jubilación una prioridad financiera. Así que no te distraigas. Las parejas casadas deben seguir las mismas pautas que las solteras, pero aprovechando sus ingresos combinados. Como dice Ritter, “tu futuro yo cuenta con lo que hace tu yo de hoy, y realmente espera que estés tomando buenas decisiones”.

 

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