Todo tu entorno debe sentir que puede confiar en tu talento. Estás construyendo una marca personal, un signo distintivo de tu misión en la empresa, la vida, la familia, la nación.   El éxito es de quienes conducen su destino. En un mundo de competencia globalizada, cruenta y desbordante, mantener un puesto de trabajo, ascender y definir una identidad profesional requieren de asumir el control de las percepciones que vamos generando todos los días, qué significamos, cómo se nos evalúa, que tipo de impresiones, reputación y reconocimiento generamos. Durante muchos años, ejecutivos de todo tipo de empresas, personajes políticos, líderes sociales, emprendedores y personas que quieren ascender, consolidar su éxito o asumir una posición más competitiva y de vanguardia recurren a nuestros servicios con diferentes enfoques y preocupaciones, y la mayoría de las ocasiones en medio de una crisis profunda, una situación desfavorable o en un momento decisivo para el que no se encontraban totalmente preparados. Personal branding es una herramienta estratégica de desarrollo personal que nos permite transmitir a otros quiénes somos, cuál es nuestro valor agregado para una organización, nuestras posibilidades de crecimiento, rendimiento y motivación, qué nos hace únicos, y qué tipo de liderazgo, capacidades y habilidades tenemos. Derivado de la aplicación de este modelo podemos mencionar las que consideramos más exitosas, recurrentes y necesarias en la actualidad.
  1. Profesionalismo Hagas lo que hagas, debes destacar por tu capacidad profesional, manejar un gran cúmulo de información de manera eficiente, ser capaz de aplicar tus conocimientos en decisiones. Todo tu entorno debe sentir que puede confiar en tu talento. Estás construyendo una marca personal, un signo distintivo de tu misión en la empresa, la vida, la familia, la nación. Construirás expectativas, promesas, deseos, aspiraciones, serás un punto de referencia medible por su calidad humana, pero sobre todo por su calificación, por ser capaz de obtener lo mejor de ti, de lo que sabes, de lo que haces, los equipos que manejas, los instrumentos, las herramientas, la información y de quien colabora contigo.
  2. Liderazgo Debes ser el centro gravitacional de la motivación, visión, dedicación y compromiso de todos los que colaboran contigo. Tu misión es llevar a un estadio superior tus cualidades y que éstas sirvan de ejemplo para que todo tu entorno se transforme. Tu estilo de liderazgo es personal, único. Hay tantos tipos de líderes como necesidades, contextos, personalidades, misiones, retos o situaciones que es prácticamente imposible clasificarlos; lo importante es que tengas claro que si te subes a este barco te puede tocar remar, izar las velas, tomar el timón, rescatar a un náufrago o luchar por no hundirte.
  3. Comunicación Personal branding es la transmisión efectiva de mensajes, ideales, proyecciones, promesas, concreciones acerca de nosotros mismos. Es una relación personalizada con nuestro entorno; una forma de comunicación estratégica que refleja el valor de nuestra personalidad a través de lo que decimos, escribimos, comunicamos verbal y físicamente; la forma en que podemos cautivar a otros, llevarlos a reflexionar, convencerlos, concientizarlos, inspirarlos o persuadirlos. Es contar con la capacidad de dejar una huella permanente. El objetivo es ampliar la capacidad de influencia del cliente, darle herramientas para dirigir, influir, destacar, transformar, ser más creativo, mejorar el rendimiento de su equipo. Es evidente que debe contemplarse aquí el manejo de todo tipo de medios, tecnologías y las distintas arenas que el universo de la comunicación ofrece actualmente.
  4. Credibilidad Dedicación, disciplina y constancia, agregadas al valor de la efectividad, rentabilidad, ambición y resultados tangibles. En la vida cotidiana todo se debe medir, debe tener un referente concreto: las palabras inspiran, pero los hechos confirman. La fórmula es simple: tienes mayor éxito cuando menor es la distancia entre lo que proclamas y lo que has logrado. Sin duda hay que evitar los juegos de doble moralidad, la falsedad continua, mitomanías, alucinaciones, la traición y las incongruencias. Recuerda: la verdad siempre te alcanza.
  5. Asume riesgos Dejar una huella personal es tomar caminos que nadie ha recorrido antes. Debes ser un innovador permanente; disponer de una capacidad emprendedora que conoce las prioridades pero tiene la visión para concretarlas, asumiendo la responsabilidad de cambios profundos. Para hacer lo mismo, igual y como siempre, no hace falta más que repetir.
  6. Solidaridad Los grandes desempeños se fundan en la empatía, coordinación eficiente, colaboración emotiva y confianza para compartir el trabajo diario, misiones y proyectos. Tu misión aquí es construir un núcleo social integrado, sólido, capaz de sobreponerse a la competencia cotidiana.
  7. Factor carisma Esto es una suma de cualidades que la gente debe conocer de tu persona, tu trayectoria, tus creencias, tus valores. A veces esta historia se construye por la frialdad, el misterio, el dolor y la fuerza, el coraje, la determinación, el control, la meditación de las cosas, la paciencia; en suma, una personalidad forjada por todo lo que la vida te ha dado para hacerte sentir, vivir, trabajar como cualquier otra persona pero de forma extraordinaria.
  8. Aprendizaje y superación permanente La actualización de tu personalidad es imprescindible en estos días, más aún su mejoría. Nunca podrás renunciar al compromiso con la excelencia, el alto rendimiento, seguir aprendiendo, afinar tus recursos, ampliar tus horizontes, la práctica perfeccionista de tus habilidades, preparándote para lo peor, anticipando cualquier crisis y en estado de alerta competitiva. Los mercados, las personas, las empresas, los clientes, los electores, todo cambia, evoluciona, el signo de tu permanencia es esa capacidad para adaptarte a esas tendencias, no solamente sobrevivir, sino para dirigirlas y ser protagonista de las mismas.
  9. Responsabilidad social Quien construye una marca personal debe estar claro que en ocasiones tendrá que reinventarse, superarse, ajustarse, entrenarse y hasta modernizarse para convertirse en un ser humano distintivo. Aquí no se construyen personajes; la vida cotidiana nos exige un realismo objetivo, asumir la responsabilidad de tu persona. Nada se vuelve casual ni incidental. Frases como yo no sabía, nadie me dijo, la culpa no es mía, no entendí, es que no pensé, alguien me dijo… se descartan y se sustituyen por estamos seguros, tenemos información, está comprobado, analizamos, evaluamos, la mejor alternativa es x, el costo del proyecto es x, la mejor forma de hacerlo es x.
  10. Retroalimentación y descontaminación. La vida es como un costal que vas cargando; lo que pesa depende de qué le eches. Una estrategia de marca personal es demandante, exigente; hay que saber llevarla bien, tomársela con calma en el momento adecuado, pertinente; buscar espacios para el relajamiento y lo individual, la retroalimentación, la convivencia, el esparcimiento. Se vuelve clave contar con el mejor espacio de trabajo. La armonía social y las adecuadas dosis de reconstrucción es un punto que nos permite iniciar de nuevo el ciclo y ascender en la escala de mejora.
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