El consejo de ministros de Italia está a punto de aprobar un proyecto de ley que exige mayor claridad a las empresas que vinculan la venta de productos a donaciones benéficas, después de que la influencer de moda Chiara Ferragni fuera objeto de críticas por publicaciones engañosas sobre un pastel navideño.

Ferragni, con casi 30 millones de seguidores en Instagram, fue multada el mes pasado después de que el organismo italiano de control de la competencia AGCM descubriera que se había engañado a los consumidores haciéndoles creer que comprando un pastel pandoro de la marca Ferragni estaban contribuyendo a un hospital infantil.

La primera ministra, Giorgia Meloni, fue una de las personas que criticaron a la influencer, que se disculpó y admitió haber cometido un “error de comunicación”. Dijo que donaría 1.1 millones de dólares a un hospital infantil.

El fabricante de gafas Safilo interrumpió posteriormente el contrato con Ferragni, alegando que había violado las cláusulas de buena conducta, y la fiscalía de Milán la está investigando por presunto fraude relacionado con otras campañas.

Sus abogados aseguran que Ferragni demostrará su inocencia.

Un borrador del proyecto de ley, visto por Reuters y cuya aprobación está prevista para el jueves, estipula que los productos vinculados a donaciones benéficas deben indicar la finalidad y el destinatario, y dejar clara la parte del precio que se destina a la caridad.

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Italia endurece las normas sobre donaciones benéficas tras escándalo del influencer Ferragni

El proyecto de ley prevé multas de hasta 54,500 dólares para quienes incumplan tales obligaciones. En caso de infracción reiterada, sus actividades pueden suspenderse hasta un año.

Meloni declaró esta semana que el caso Ferragni había demostrado la falta de transparencia de la normativa sobre actividades comerciales con fines benéficos y que el gobierno estaba dispuesto a intervenir al respecto.

Matteo De Angelis, profesor de marketing de la Universidad Luiss de Roma, afirmó que unas normas más estrictas pueden aumentar la fiabilidad de las campañas benéficas a corto plazo, pero que seguirá siendo difícil controlar la publicidad en las redes sociales en el futuro.

“Es un mundo difícil de controlar, habrá zonas grises que harán difícil determinar qué es sancionable y qué no”, declaró a Reuters.

De Angelis dijo que las empresas buscan contratos de patrocinio con influencers independientemente de su credibilidad, porque pueden llegar a un gran número de consumidores a través de sus cuentas y ofrecer una oportunidad benéfica supone un incentivo añadido para comprar.

“No se induce a la gente a comprar sólo porque Chiara Ferragni patrocine (el producto), sino que con la donación les invitas a actuar”, dijo.

Con información de Reuters.

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