Las mejores perspectivas se obtienen desde el aire. Tres pilotos realizaron una ruta única para exprimir la belleza del mar al sureste del Golfo de México.   Por Andrés Darvas I   La pasada Navidad recorrí el Caribe junto a dos parejas de amigos. No fue ni en crucero ni en aviones comerciales, sino en nuestros tres pequeños aviones. Sólo así apreciamos los exuberantes colores del Caribe. Los contrastes entre la vegetación, las variedades de azul del mar y sus arenas doradas dejaron una huella perenne en mi memoria. La transparencia y quietud de las aguas permitía ver el fondo del mar aun desde las alturas e, incluso, descubrir las formas sinuosas de los bancos de arena. Despegamos de Cozumel y nuestra primera parada fue en Cayman Brac. En Haití hallamos un destino plagado de contrastes: playas paradisíacas y la devastación que dejó el terremoto, las dificultades para la subsistencia y la belleza física de los locales. Cruzamos a Santo Domingo y nos hospedamos en el antiguo palacio de Nicolás de Ovando, primer gobernador de La Española. Caminamos a través de la Catedral Primada de América (1512-1540) y el Parque Colón, entre otros. Celebramos Año Nuevo frente al Alcázar de Diego Colón, continuamos hacia Puerto Rico y, después de una escala en Aguadilla, llegamos a San Juan. El color y la música latina se fundían con la cultura de Estados Unidos; es pintoresco y lleno de historia. Descubrimos Las Terrenas (República Dominicana), un paraíso todavía no invadido por el turismo, y Cat Island nos brindó una tranquilidad inaudita con buena pesca, además de tener la pista de aterrizaje al lado del hotel. En Key West (Florida) nos sorprendieron preciosos gallos y gallinas vagando por las calles, resultado de la abolición de las peleas de gallos a mediados de los años 70. Y volamos de regreso a través del Golfo hasta Ciudad de México. Es un viaje visualmente maravilloso. Pero lo más extraordinario es que permite complementar la pasión por volar con visitas a lugares históricos, además de exacerbar los lazos de amistad que conlleva una aventura de este tipo.

 

Siguientes artículos

Los bancos centrales nos están “lavando el cerebro”: Marc Faber
Por

El afamado inversionista dice que la Fed le vende al público la idea de que hay peligro de deflación, cuando en realidad...