Por Natalie Sportelli Hay mucho en juego la temporada electoral de Estados Unidos y asegurar el voto de los millennials será más importante que nunca. ¿Por qué? Los millennials son la generación más grande más diversa y constituye la mayor población de votantes, con unos 75 millones en todo el país. Los ciudadanos de entre 18 y 35 años tienen prioridades y preocupaciones que han dado forma a las agendas y, cuando se canalizan apropiadamente, son capaces de inyectar energía sustancial a las campañas presidenciales como la de Bernie Sanders y, antes de él, la de Barack Obama. Ahora que Hillary Clinton y Donald Trump quedarán bajo los reflectores como candidatos de su partido, ¿cómo harán para atraer a los millennials? Y, para empezar, ¿es posible lograrlo a estas alturas de la campaña?   Cargarse a la izquierda “Los millennials son una generación más liberal, incluso los millennials republicanos son más liberales que otras generaciones”, dice Lisa Walden, un experta generacional en BridgeWorks, una empresa de consultoría de negocios que trabaja con compañías como VISA, Intel y General Mills. “Los jóvenes republicanos se inclinan más hacia el centro, o son liberales”, dice. El firme conservadurismo de derecha no resuena entre un amplio espectro de votantes jóvenes, algo que sí ocurría con los Baby Boomers. Las investigaciones han encontrado que inclinarse a la izquierda ayudaría a ambos candidatos a ganarse a la generación del milenio. Una sondeo realizado en abril por el Instituto de Política de Harvard encontró que 61% de los jóvenes encuestados, de entre 18 y 29 años, quiere que los demócratas gane la elección, frente al 55% de hace un año. También descubrió que están lejos de votar por Trump: sólo 25% de ellos dijo que votaría por él si la elección se llevara a cabo hoy, en comparación con 61% para Clinton.   Autenticidad A pesar de que él está detrás en las votaciones demócratas, Sanders sigue siendo el candidato más popular entre los votantes de entre 18 y 29 años. Parte del atractivo de Sanders es su autenticidad, un rasgo del cual lamentablemente carecen los dos candidatos principales. ¿Es demasiado tarde para elevar su cociente de autenticidad? “En cuanto a la perspectiva de la autenticidad respecta, hay muy poco que Trump y Clinton puedan hacer en este momento”, explica Walden. Ella dice que será difícil para ambos candidatos hacer un cambio radical en su marca a estas alturas del proceso. Las personalidades que conocemos de la televisión, los debates y las redes sociales son las que recordamos más en las urnas. Cuando los candidatos fracasaron en varios temas a lo largo del camino, hicieron algunos agujeros en su imagen y quedaron como poco confiables. “Los votantes millennials quieren a una persona auténtica, alguien con quien puedan identificarse”, dice Walden. Trump tiene problemas con esta área porque la generación del milenio tiene dificultades identificándose con él, como un multimillonario fanfarrón y una mordaz estrella de realities televisivos, y con Clinton, su fachada pulida y su profesionalismo le han hecho caer en desventaja. ¿Podrán los candidatos mostrar algo de autenticidad antes de noviembre? “Creo que los votantes tomarán su decisión basándose en lo que ya hemos visto”, dice Walden. “No creo que todo lo que suceda de ahora en adelante tendrá un impacto significativo. Creo que ya han tomado su decisión.”   Comunidad Walden dice que los millennials tienden a ser colaborativos y a tener un mayor enfoque en la comunidad, por lo que el lenguaje xenófobo y divisorio de algunos candidatos los ha alejado por completo. “Abordar temas con sentido común sería bueno para ambas partes, en vez de señalar con el dedo y culpar a ciertos grupos”, aconseja la experta. “Sería de gran ayuda que se enfocaran en un lenguaje común y hablaran en tono positivo.” La negatividad generalizada que se percibe en esta elección probablemente afecte la imagen que los millennials tienen de los candidatos y de la elección en general. La encuesta de Harvard también descubrió que los encuestados estaban notablemente poco animados sobre el apoyo a su candidato: 40% no tenía ningún entusiasmo por apoyar a Clinton y el 49% dijo lo mismo de Trump. ¿Hay algo que los candidatos puedan hacer para ganar a este bloque de votantes fundamental? “Los jóvenes han decidido básicamente por quién van a votar”, dice Walden. “¿Cómo logras que alguien se levante del sofá y vote por uno de los candidatos en lugar de abstenerse como una declaración política?” Si a la generación del milenio no termina por convencerle algún candidato, podría abstenerse de votar por completo, ya sea como una declaración o porque simplemente no puede apoyar a ninguno de los candidatos. En esta elección, más allá de conseguir el voto de los jóvenes, el reto será hacerlos votar en absoluto.

 

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