- El mundo del trabajo cambió, y los sistemas de empleo y aprendizaje están construidos para una realidad inexistente. El modelo de carreras lineales, basado en el ciclo de vida tradicional de “aprende-trabaja-retírate” es obsoleto y rígido frente a las necesidades actuales y futuras del mercado laboral.
- Los cambios masivos en la demanda de capacidades presentan desafíos a los sistemas actuales de reclutamiento y selección. Las habilidades requeridas para los nuevos roles cambian de manera dramática. Asimismo, la velocidad del cambio se acelera Para continuar siendo empleables, los trabajadores deberán reevaluarse y actualizar continuamente sus capacidades.
- Los sistemas actuales de selección y desarrollo frecuentemente agudizan las inequidades socioeconómicas, y tienen efectos negativos en los niveles de inclusión y diversidad, por lo que se requiere rediseñarlos para crear una base más justa para la movilidad social y la progresión de carrera.
Tus habilidades valdrán más que tus estudios
Los sistemas de educación y aprendizaje de hoy carecen de los atributos para alcanzar la escala y velocidad requeridas por la 4a revolución industrial. ¿Qué hacemos para mantenernos relevantes?
Por Alberto Mondelli*
En la más reciente edición del encuentro anual del Foro Económico Mundial (WEF) en Davos, el tema discutido fue “Globalización 4.0 – Dándole forma a la arquitectura global en la era de la Cuarta Revolución Industrial”. Líderes de negocio y académicos, junto a destacados políticos y otros delegados se reunieron para discutir los temas que dominarán la agenda empresarial global en los próximos años.
Uno de los reportes producidos: “Estrategias para la Nueva Economía, Habilidades como la Moneda del Mercado Laboral”, del cual extraigo y comento algunas ideas, presenta una visión sobre las ineficiencias del mercado de trabajo actual y la necesidad de cambiar hacia un sistema basado en habilidades.
La Cuarta Revolución Industrial se caracteriza por cambios rápidos e inesperados en los modelos económicos y mercados laborales. En ese nuevo entorno, los títulos obtenidos en el sistema educativo pierden relevancia a la hora de predecir la adecuación entre sus capacidades y las oportunidades de trabajo disponibles en las empresas.
Esto responde a tres razones fundamentales: