“Normatividad Bancaria 2015” es una obra que presenta la evolución histórica de la política económica que ha seguido el país  y sus condicionantes, políticos, sociales y financieros.    Mucho se ha escrito sobre la reforma financiera, antes y después de su promulgación, pero poco se ha dicho acerca del proceso histórico del que deriva ni se ha profundizado en los aspectos que son determinantes para conseguir los objetivos planteados. En el libro “Normatividad Bancaria 2015” se encuentra la información necesaria para hacer cruces con los elementos referidos y la normatividad que ha surgido en los doce meses siguientes a la promulgación de la reforma. “Normatividad Bancaria 2015” es una obra que presenta la evolución histórica de la política económica que ha seguido el país  y sus condicionantes, políticos, sociales y financieros. La obra recorre un camino de hechos y consecuencias que van desde el desarrollo estabilizador  hasta el neoliberalismo  y los hitos que en un periodo de casi 70  años se han registrado en el país. Este tránsito permite ubicar las crisis económicas de México y las decisiones que a partir de éstas se tomaron. Son capítulos de la historia del país que ya han sido tratados por historiadores y analistas, pero cuyo valor radica en que se ubican en el contexto de los determinantes del sistema  financiero y su evolución hasta llegar a enero de 2014 como el punto de inflexión en el que se plantean los elementos que, desde la perspectiva de los autores, habrán de ser medulares para la consecución de los objetivos: la inclusión financiera (en un país cuya población y geografía es altamente diversa), la innovación en la práctica bancaria y la tecnología. Es un hecho que la inclusión financiera es un factor determinante en programas de reducción de pobreza, crecimiento económico e igualdad de ingresos. La inclusión es el acceso y uso de servicios financieros formales en el marco de una regulación apropiada que garantice esquemas de protección al consumidor y promueva la educación financiera para mejorar las capacidades financieras de todos los segmentos de la población. En México, según la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) realizada en el 2012: 44% de la población adulta (30.9 millones) no cuenta con ningún producto dentro del sistema financiero formal (ahorro, crédito, seguros o previsión para el retiro); 56% de la población adulta (39.4 millones) utiliza algún producto financiero, ya sea de ahorro, de crédito, de seguros o de ahorro para el retiro; 97% de la población adulta (77.6 millones de personas) tiene acceso al sistema financiero, sin embargo, sólo 56% usan algún producto financiero; y 35.5% de los adultos (25.0 millones) utilizan instrumentos de ahorro formal a través de alguna institución financiera. El reto de la inclusión  es grande ya que la penetración  financiera como  el porcentaje de población adulta con acceso a una cuenta con intermediarios financieros es de 25% en México, mientras que en Chile  es de 60%; Colombia 41%; Brasil 43%; India 48%; China 42%; Rusia 69% y Sudáfrica 46%. México ocupa del  último lugar en medición  estándar  de penetración financiera en comparación con los países que el Banco Mundial  califica como de ingreso medio-alto. En cuanto a  la tecnología, la aparición de factores tecnológicos relacionados con la evolución del comportamiento social ofrece un abanico de oportunidades sin precedentes históricos, porque la forma de interactuar entre los oferentes de servicios financieros y los usuarios está cambiando constantemente a la industria, la cual se verá encaminada hacia: la mejora de las capacidades de venta cruzada de productos financieros o no financieros, a partir de patrones de compra o de interés mostrado en determinados productos disponibles en línea; control de fraude; mejora de sistemas de calificación del crédito; la fidelización y retención de clientes; incremento del rendimiento operativo; y facilidad de innovación y mejora continua. Es evidente que la inclusión financiera y la evolución tecnológica son determinantes para el cumplimiento de los objetivos de la reforma financiera, concretamente para contribuir al  crecimiento económico del país a largo plazo,  de ahí la importancia de que sean abordados en estas páginas en las que  encontraremos  las disposiciones transitorias, así como las principales acciones y reformas emitidas en el año posterior a la promulgación de la reforma financiera.

 

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