En medio de la nada, durante un road trip, nos topamos con el surrealista anuncio de una tienda de Prada y un auto simulando ir por los aires al lado del logo de Playboy.     La principal característica de un lugar a veces puede limitar nuestra visión como viajeros, sin dejarnos ver todo lo que se puede hacer ahí. Éste es el caso de Texas, un estado que todos conocemos por sus inmensas posibilidades para hacer compras a un precio extraordinario, pero si limitamos nuestra visita a recorrer un centro comercial podemos perdernos de una aventura increíble. Tuve la oportunidad de realizar un road trip excepcional por el estado. La ruta fue la siguiente: volamos México-Dallas- Odessa, ciudad que sirvió como punto de arranque para este recorrido en el que, he de confesar, no pudimos evitar la tentación de visitar un Target o un Ross, pero, eso sí, con la idea de que éste no era un viaje de compras y que lo que estábamos por conocer era lo que en realidad valía la pena.   Primera parada: Marfa Al día siguiente emprendimos el camino hacia Marfa, un lugar al que podría catalogar como un pueblito hipster. Tiene menos de dos mil habitantes, pero puedo asegurar que cada una de esas almas sabe exactamente cómo vestirse, consume arte local y en su mayoría no son nacidos allí, pero por alguna razón deciden que es un gran sitio para asentarse y abrir su propia galería. En Marfa se encuentra el hotel El Paisano; los cinéfilos lo reconocerán pues ahí se filmó la película Gigante (1956), que contó con la participación de figuras como James Dean, Elizabeth Taylor y Rock Hudson. Incluso tuvimos acceso a la recámara de Hudson, en la que seguro, en su momento, se celebró una enorme cantidad de fiestas y “convivios” con el elenco. Este lugar también es conocido por sus famosas “luces de Marfa”, un fenómeno natural que nadie ha podido explicar y que consiste en la aparición de unas luces misteriosas en la noche que no son estrellas y tampoco reflejo de aviones.
Marfa

Marfa

Segunda parada: Cibolo Creek Ranch Un día después emprendimos temprano el camino hacia Cibolo Creek Ranch, pero antes nos topamos en la carretera con el impresionante anuncio de una tienda de Prada en medio del desierto, así como un auto suspendido en el aire al lado del símbolo de la revista Playboy, que en teoría deberían ser retirados, pues no es válido exponer publicidad en las carreteras, aunque, para nuestra fortuna, ahí continuaban, ya que resulta surrealista verlos en medio de la nada. Finalmente llegamos a Cibolo Creek Ranch, un rancho de lujo en el que es posible hospedarse, comer platillos mexicanos y disfrutar de la experiencia de un safari en jeep a través del desierto o relajarse en su alberca y spa. Dato curioso: aquí vacacionaba Mick Jagger con su ex esposa Jerry Hall, de origen texano y quien buscaba ir a este lugar con frecuencia para relajarse y alejarse del mundo.
Cibolo Creek Ranch

Cibolo Creek Ranch

  Tercera parada: Lajitas Lo que siguió en este viaje fue vivir en un auténtico pueblo vaquero. Lajitas es un hotel ¡y también un pueblo!, pues no hay nada más allí que este resort en el que es posible hacer prácticamente todo: jugar golf, montar a caballo, ejercitar el tiro al disco, nadar, hacerte un tratamiento en el spa, disfrutar de los amaneceres y atardeceres más impactantes, y probar una deliciosa muestra de comida Tex-Mex.
Lajitas

Lajitas

  Cuarta parada: Chisos Mountain Lodge El destino más impresionante fue Big Bend Park y su hotel Chisos Mountain Lodge. Además de dormir en el centro de este inmenso parque nacional, disfrutamos de una caminata de casi 8 kilómetros a través de sus montañas y cañones, y no pudimos evitar sorprendernos con el letrero que nos alertaba de cuidarnos de lo leones y osos que probablemente aparecerían en nuestro camino. Cerramos con broche de oro con un paseo en lancha a través de las aguas del Río Grande (Río Bravo, en México), y un espectacular picnic aderezado por la entrañable hospitalidad texana.
Chisos Mountain

Chisos Mountain

  Quinta parada: El Paso La llegada a la ciudad de El Paso representó el fin del viaje. Conocimos esta ciudad fronteriza, sus museos, teatros, restaurantes y su inmensa influencia mexicana. Entonces volamos de regreso a la ciudad de Dallas para emprender el camino a casa y cerrar así esta aventura texana que pudimos disfrutar con entrañables compañeros de viaje.
Carretera Marfa

Carretera Marfa

    Contacto: Correo: [email protected] Twitter: @mariagiuseppina     Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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