El pasado mayo, Beatriz decidió ponerle fin al abandono que “Mimie” vivía con sus dueños originales como su mascota. La adoptó y le dio un hogar, sin embargo, la perrita murió de las heridas que le provocó otro perro por defender su territorio.
Beatriz decidió que “Mimie” tuviera una despedida digna. Como si se tratara de un humano, alguien trató su cuerpo con cuidado, lo lavó, lo cepilló y lo recostó sobre una camita como si estuviera dormida. Le dio a “Mimie” la paz que nunca tuvo en vida y le dio apoyo emocional a Beatriz para superar la pérdida y la culpa.
Beatriz siempre pudo tener la certeza de que “Mimie” sería cremada individualmente y que en la última despedida podría desahogarse y perpetuar su recuerdo con diversas herramientas de consuelo.
“Beatriz se fue con la imagen de agradecimiento de ‘Mimie’ por rescatarla, darle de comer y un techo, aunque fuera por poco tiempo”, narra a Forbes México Pilar Luévano, guía de Bye Bye Friend, negocio ubicado en la alcaldía Tlalpan.
Al igual que Beatriz, otros han acudido al Santuario Funerario para Mascotas de J. Garcúa López a despedir a sus mascotas, que en algunos casos han sustituido a hijos o simplemente han acompañado las tardes de sus dueños que por diversos circunstancias han tenido que transitar solos gran parte de su vida.
Y aunque no se busca dar un trato de humanos a los animales, Bye Bye Friend persigue que cada uno de sus clientes tenga la oportunidad de expresarle a su mascota y que ha partido, su amor y duelo a través de diversas herramientas tanatológicas que ayuden a superar el trance.
“Bye Bye Friend empatiza mucho con el sentimiento de la pérdida y el duelo porque un perrito puede llegar a pasar más tiempo con una persona que otros seres humanos”.
“Hay gente que pierde a mascotas que estuvieron con ellas por más de 20 años, entonces el duelo que les representa esos años es importante que las personas sepan que su duelo importa, que sus sentimientos importan y que hay un lugar seguro donde lo pueden expresar”, sostiene Luévano.
Primero en su tipo, el Santuario Funerario de Mascotas ofrece ser una alternativa de valor para aquellos consumidores que ven en sus animales de compañía una fuente de aprendizaje y que han marcado cada aspecto de su vida.
Con sesiones de último adiós, sala de despedida y una cremación individualizada y una experiencia de último viaje, la nueva vertical de negocio de J. García López busca atacar el segmento de mercado, que durante la pandemia de Covid-19 ha tenido un importante crecimiento, el pet care.
Desde hace unos años, el mercado de las mascotas se ha convertido en uno de los principales en el mundo con una oferta variada de servicios y consumo. Desde alimento, vestimenta, hasta cuidados y bienestar.
El auge del mercado de las mascotas se arraigó con la pandemia de Covid-19 y le dio un renovado impulso. Tan sólo en 2021, el valor de las ventas en el sector pet care se ubicó en los 2,455 millones de dólares.
Tan sólo en el país, 57 de cada 100 hogares tienen una mascota. Entre los diversos animales de compañía, un 85% corresponde a perros, lo que representa 19 millones de estos animales, de acuerdo con información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En México se ha originado un mercado en franco crecimiento que puede valuarse en 35 mil millones de pesos, el cual ha hecho que cada día las empresas busquen atacar las necesidades comerciales de este sector incluso el que implica la conclusión de su ciclo de vida.
“El tema de mascotas es para nosotros fundamental, tiene una estrategia que va en varios caminos. El primero es también llegar con nuestras marcas al público más joven y que sepan que J. García López está como el paraguas que cobija esta marca”, señaló Óscar Padilla, CEO de la compañía en entrevista con Forbes México.
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Las oportunidades de negocio para despedir a las mascotas son tan amplias como el consumidor lo determine. Por ejemplo, Bye Bye Friend ofrece una serie de servicios adicionales para soportar el duelo de las personas que pierden a sus mascotas.
Uno de estos es la Gema del Alma, donde a través las cenizas se pueden moldear diamantes, o Memorias de un Guardián, donde a través de una prenda de la mascota se pueden confeccionar peluches de apoyo emocional para las personas en duelo.
“Todo eso lo estamos trabajando con la misma seriedad con el que llevamos a cabo el servicio funerario en J. García López porque hoy la gente y los propietarios de mascotas así lo demandan. Siete de cada 10 personas tienen una mascota en su casa. En un mercado que tiene un valor de 35 mil millones de pesos anuales a diferencia del de funerarias que es mucho más reducido”, añadió Padilla.
“Hemos hecho mucha investigación de mercado de manera que nos ha permitido identificar las áreas de oportunidad y dónde es donde tenemos que enfocarnos y llevarles a las familias estos temas de productos y servicios que son tan importantes en la población”.
Parte de los objetivos de J. García López es poder llevar estos servicios a otros estados del país. Actuamente, Bye Bye Friend opera solamente en la Ciudad de México, donde la respuesta del consumidor ha sido favorable.
Al igual que como en los servicios funerarios para los humanos, J. García López busca ser disruptivo, por lo cual ofrece diversos paquetes al consumidor entre los que destacan una previsión de despedida a futuro donde sus clientes puedan adquirir los servicios funerarios para sus mascotas con tiempo a un costo financiado de poco menos de 4 mil pesos.
