Notimex.- La industria aérea del país no solo enfrenta los retos de tener una mejor infraestructura en los próximos años y contrarrestar el impacto por el precio del combustible, sino contar también con una política aeronáutica, con la Agencia Federal de Aviación Civil y la de Investigación de Accidentes del Transporte. Ante el crecimiento del sector en el país, un desafío es mantener la supervisión y regulación por parte de las autoridades aeronáuticas en el transporte aéreo, afirma el vicepresidente del Colegio de Pilotos Aviadores de México (CPAM), Santiago López Cadena. “Los retos van en el sentido de la seguridad, de tener la infraestructura necesaria como México para que podamos mantener las cifras de crecimiento, ¿cómo lo vamos a hacer? Con una autoridad aeronáutica fuerte y confiable, hoy la tenemos; pero puede ser más”. Señaló que para continuar con el crecimiento de la aviación en el país, se requiere una solución inmediata al problema de saturación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y concretar la creación de la Agencia Federal de Aviación Civil, un órgano desconcentrado de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT). Aunado a una política aeronáutica clara, con reglas de juego para el manejo de la industria y que de certidumbre a los inversionistas, aerolíneas, inversionistas y a los usuarios, subrayó López Cadena. En Estados Unidos, dijo, existe una política “muy clara” en cuanto a operación y crecimiento, mientras que en México hay una falta de compromiso con la industria aérea, “falta voluntad y compromiso de los gobiernos en la aviación”. Cabe mencionar que la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer), publicó el 20 de agosto de 2013 el Decreto por el que se crea la Agencia de Aviación Civil, a fin de ejercer la autoridad y emitir resoluciones, respecto de sus atribuciones y en el marco de la competencia en materia de aviación civil, dentro del ámbito nacional. El director técnico de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA), Francisco Gómez Ortigoza, coincidió en la necesidad de contar con ambas agencias mencionadas, con independencia presupuestaria, que reglamenten de una manera más consistente y no sujetas a vaivenes anuales de recursos. Sin embargo, dijo, solo quedó en eso éste proyecto, “quedó en un borrador de decreto, el cual, no se concretó y seguimos con la Dirección General de Aeronáutica Civil, los vaivenes presupuestales y sin posibilidad de recibir recursos”, anotó. “Estamos pidiendo desde hace tiempo una reforma en el sector aeronáutico, una política aeronáutica de Estado, un regulador fuerte que tenga capacidad de inspección y supervisión, para que pueda regular todos los temas”, sostuvo. Sobre la política aeronáutica, Gómez Ortigoza recordó que en el año 2000, con el entonces presidente Vicente Fox se estableció, pero no se fue capaz de seguirla y quedó en letra muerta. “El día de hoy pedimos una política que toda la industria siga y eso significa diferenciar los tipos de transporte para proveerlas de reglamentación específica que requieran”, puntualizó. En materia de infraestructura, el Secretario General de ASPA, Rafael Díaz Covarrubias, insistió en que la industria requería el proyecto del Nuevo Aeropuerto en Texcoco, debido a que Santa Lucía será menos eficiente. “La operación de tres aeropuertos simultáneamente dificulta la operación, el control del espacio aéreo mexicano se volvería más complicado”, dijo. Por su parte, el director general de la Cámara Nacional de Aerotransportes (Canaero), Rodrigo Pérez-Alonso, expuso que es importante adaptar y mejor la infraestructura a la par del crecimiento que registra el sector. Para ello, expuso, se necesita entablar un diálogo con todos los grupos aeroportuarios para mejorar las condiciones de conectividad del país, con instalaciones y precios adecuados a los usuarios. “Nuestra postura era continuar con el nuevo aeropuerto, ahora no está en nuestras manos y lo que queremos es tener seguridad aérea, porque de ello, dependen vidas humanas; mantener el crecimiento de pasajeros y mantener un buen servicio”, abundó. Rodrigo Pérez-Alonso comentó también que parte de los retos del sector son enfrentar los costos variables que registran las aerolíneas como los precios de la turbosina, debido a que gran parte de ésta se importa. De igual manera, abundó, contar con una regulación inteligente que se ajuste a las necesidades y a la nueva realidad de la industria, así como la Tarifa de Uso de Aeropuerto (TUA), entre otros. Te puede interesar:
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