Si a lo anterior le agregamos que el aumento de los costos de ir a la universidad, hacen cada vez más difícil acceder a un grado académico y lo más triste, eso ya ni si quiera asegura en lo más mínimo un puesto laboral entonces, ¿vale la pena pagar por obtener tan solo un título?

Es cierto que la gran mayoría de las empresas buscan una mezcla extraña de mucha experiencia laboral con la minoría de edad posible y el título universitario, ya no hace gran diferencia, ya que como ejemplo y como lo he mencionado en artículos anteriores, casi 7 de cada 10 directivos de marketing no estudiaron marketing, pero, aun así, siguen siendo muy demandados en el mercado por la supuesta experiencia adquirida en su trayectoria laboral. Y ya ni hablar de nuestro gobierno, donde no se necesita conocimiento alguno de un tema, previo a ejercer una función pública y así tenemos representantes sin estudios, o con estudios en otras materias nada afines en la función encomendada con los resultados por todos sabidos.

Por ello, trataré de hacer un análisis objetivo para poder responder esta pregunta:

  1. Es verdad que toda la información está disponible en internet, sin embargo, sin un mentor o tutor que te guíe, como lo hace un profesor, ¿cómo sabrías que buscar o que pasos a futuro se necesitan para resolver un problema o reducir la curva de aprendizaje y la obtención de los mejores resultados?
  2. Los números confirman que los graduados ganan más que los no graduados, a pesar de las excepciones que confirman esta regla en ambos sentidos y lo más importante, es que los graduados viven por más tiempo con un ingreso estable y constante. Por lo que estadísticamente te abres más oportunidades de ingreso con un título que sin él.
  3. El obtener un título no solo trata del documento en sí, sino de la oportunidad de relacionarte y conocer personas afines que harán la diferencia el resto de tu vida, esto, claro, lo puedes hacer con o sin un título, pero el simple hecho de estar con personas afines en una universidad, multiplican tus oportunidades de mejorar económicamente y ejercer muchas de las habilidades blandas que no tienen las personas que se forjaron por sí mismos, cómo son la comunicación y habilidades analíticas.
  4. Algunos graduados encontrarán trabajo y otros no, pero lo mismo es cierto para los no graduados. Las personas tienen éxito y fracasan por todo tipo de razones diferentes. Un título no es un pasaporte automático para un trabajo o para el éxito, pero a menudo, ayuda a abrir puertas y ya lo demás dependerá del individuo.
  5. ¿Qué pasa con los costos? El retorno sobre la inversión tarda más de diez años en general en recuperarse, por lo que es necesario tener muy en cuenta el prestigio y los costos de la institución elegida para que ese tiempo valga la pena.
  6. Mi primer jefe, mientras cursaba la carrera, fue una persona sin estudios, de hecho, él empezó como albañil, después pasó a conserje y después de mucho tiempo y esfuerzo fue nombrado director de programación en la empresa en la que en ese momento ambos trabajábamos y el mismo me confesaba que en un inicio se metía sin permiso a las capacitaciones de lenguajes computacionales a la que eran enviados los demás empleados para mantenerse actualizados en el tema y fue así donde desarrolló su habilidad de manera empírica en técnicas de programación, sin embargo, me comentó que si hubiera estudiado lo hubiera logrado en la mitad de tiempo y años después me enteré que cuando posteriormente fue despedido, nadie más lo contrató por no contar con el mentado título a pesar de la gran experiencia acumulada.

El hecho es que, en el mundo que nos desenvolvemos el título todavía significa algo para los demás y una oportunidad de diferenciarse ante la encarnizada competencia que se vive en aspirar a un puesto laboral y aún si lo tuyo es ser emprendedor o empresario, el estudio tiene que ser una constante en tu vida, no tanto por el comprobante, sino para no perder la vigencia en cuanto a descubrimientos que se van generando por la investigación que realizan precisamente las universidades de prestigio.

Por lo tanto, la respuesta a si la universidad vale la pena seguirla pagando es algo que solo tú puedes decidir. Pero solo analiza detenidamente el qué es lo que quieres obtener muy independientemente del título universitario, velo desde el punto de vista de qué es lo que se esperas obtener de ello en el largo plazo, y luego, determina si la inversión vale la pena para conseguir esas cosas que quieres lograr.

Lo que si enfatizo es que, busques educación en línea que esté reconocida por un tercero y no solo por los mismos que imparten el conocimiento o por recomendación de sus egresados o empresas que contratan sus servicios, ya que al menos con un título oficial, tendrás la certeza que se someten a evaluaciones continuas y aseguras la validez de tus estudios ante instancias ajenas y el extranjero. Y el hecho de que las empresas manden a sus empleados a una determinada capacitación, no lo hacen para que se titulen, sino para que obtengan habilidades específicas, que no siempre son las requeridas en el mercado en general.

Lo que si te recomiendo, por favor, es que nunca dejes de estudiar ni dejes de agremiarte en asociaciones que harán fuerte y actual tu experiencia laboral y conocimientos, ya que ahora más que nunca, la información es cambiante y en crecimiento continuo de forma exponencial.

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Twitter: @CesarEnriquez

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