La actividad económica global mostró un buen dinamismo durante la primera mitad de 2021 gracias a la continuidad de los estímulos de políticas económicas, junto con el despliegue de vacunas, aunque con una notoria diferencia entre países avanzados y aquellos en vías de desarrollo. Esto fue reconocido en la última actualización del documento de Perspectivas de la Economía Mundial publicado la semana pasada por el Fondo Monetario Internacional o las cifras que ya se conocen del PIB del primer semestre en EE.UU., la Eurozona y México, entre otros. 

Sin embargo, el surgimiento de nuevas variantes del SARS-CoV-2, como la cepa “Delta”, ha ocasionado un repunte de contagios en varios países, presentándose como un riesgo latente para el proceso de reactivación de la economía. Este artículo analiza este importante viento en contra para la incipiente recuperación, así como algunos factores que han sido distintos respecto a lo experimentado en la fase inicial de la pandemia.

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La importancia de las vacunas para la transición hacia una nueva realidad

El proceso de vacunación en el mundo –aunque con muchas áreas de oportunidad– ha permitido a los agentes económicos restablecer muchas de sus actividades, ya sea de manera parcial o ajustada por la realidad de que el Coronavirus probablemente será endémico. Esto se ha visto en los indicadores de sentimiento de consumidores y empresas, principalmente en el componente de servicios –la actividad con mayor correlación con la movilidad–. La actual coyuntura ha permeado en la psique de gobiernos, empresas e individuos, quienes difícilmente regresarán a estrategias de restricción de movilidad como las que observamos al inicio de la pandemia. 

¿El mundo ha comenzado a aprender a como coexistir con el Coronavirus? La adaptabilidad que se ha reflejado en cambios en patrones de trabajo y consumo, así como la dificultad de un nuevo distanciamiento social estricto así lo sugieren. Los gobiernos difícilmente regresarán a medidas de cierre de la economía draconianas como en 2020, apostando mejor por vacunas y campañas de prevención. Por otra parte, empresas y consumidores probablemente llevarán a cabo estrategias de autorregulación, teniendo una mayor conciencia de la crisis sanitaria, pero con mayor holgura. Esta situación se ha mostrado en varias encuestas, como la de IPSOS y el Foro Económico Mundial, en donde el 60% de los entrevistados espera regresar a alguna forma de “nueva normalidad post pandemia” en los próximos doce meses.

Un ejemplo de esto es la recuperación del empleo que se ha observado en EE.UU., tal como lo reflejó el reporte del Bureau of Labor Statistics que se dio a conocer este viernes. En julio se crearon 943,000 empleos, con lo cual en lo que va de 2021 se han acumulado 4.3 millones de nuevas plazas de trabajo. A pesar de que todavía 5.7 de los 22.3 millones personas desempleadas durante la pandemia no han podido regresar al mercado laboral, la recuperación ha mostrado mayor dinamismo de lo que se tenía previsto. Más aún, los empleos en el sector servicios –especialmente aquellos asociados a hospitalidad y esparcimiento– han sido los de mayor recuperación en los últimos meses, confirmando esta adaptación a la pandemia.

El reto proveniente de una rápida inmunidad colectiva

Uno de los grandes desafíos viene de la necesidad de un proceso de vacunación más rápido y homogéneo en el mundo ya que, entre más se retrase la inmunidad global, el riesgo del surgimiento de nuevas cepas se torna muy elevado. Esto ha acrecentado el debate en torno a la necesidad de una mayor cooperación internacional.

El surgimiento de nuevas variantes y olas adicionales de contagio no solamente ha afectado a la demanda global debido a las limitaciones en movilidad. También ha sido un choque disruptivo para la oferta global de bienes y servicios, ante cuellos de botella y escasez de componentes que han afectado la gran cadena de suministro. Un ejemplo de ello es el repunte de contagios en el sur de China, afectando importantes puertos comerciales como Shenzhen o Guangzhou.

En suma, la economía mundial continúa con una buena recuperación. Sin embargo, debemos reconocer el riesgo de repuntes de COVID-19 en varias regiones presentándose como el principal viento en contra. A pesar de que probablemente no veremos estrategias de restricción de movilidad tan abruptas como en brotes de Coronavirus previos, quizás la situación actual de la pandemia modere el optimismo desmedido que se había acrecentado en meses recientes.

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Contacto:

Alejandro Padilla es Director Ejecutivo de Análisis Económico y Estrategia Financiera de Mercados de Grupo Financiero Banorte*

Twitter: @alexpadillasan

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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