A muchos les ha ido mal: bajas ventas, cierres temporales de negocios, pérdidas económicas, disminución de sueldos hasta un 50%, cierre de fuentes de trabajo y muchos despidos. A pocos les ha ido bien: empresas que han logrado mantener sueldos a pesar de haber cerrado parcialmente y otros negocios, como las tiendas de la esquina, han aumentado sus ventas.
Desde finales de marzo la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) pronosticó un crecimiento de ventas de las tiendas de la esquina, ya que se presentaban como la opción más segura de abastecerse en la cuarentena. Y así fue: crecimiento de hasta más de un 10% en las primeras dos semanas del #QuédateEnCasa.
Pero gente como Rosario Rojas Aguirre y Rolando Rojas Sánchez tuvieron que cerrar por 4 meses 3 días su puesto de tacos en calles de Polanco, cortando su suministro de ingresos todo ese tiempo y tuvieron que buscar ayuda del gobierno.
A don Rosario le dieron 3,000 pesos mensuales, pero Rolando no corrió la misma suerte: frente a la nula ayuda gubernamental, buscó otro trabajo con el cual a penas pudo conseguir para la comida de sus hijos y dejó de pagar servicios como luz, teléfono y agua y por tanto no pudo hacer cuarentena.
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Negocios como el Salón Corona lograron mantener el sueldo completo de sus trabajadores durante más de dos meses y medio, hasta la lenta reapertura.
El posible aumento de muertes y casos positivos por Covid-19 por el regreso a la nueva normalidad, con la consiguiente alta movilidad de personas mantiene en alerta constante a los negocios.
El panorama aún es oscuro: para el cierre del año, Banco Base estima la destrucción de 1.86 millones de empleos formales luego de que en julio podrían perderse 31,543 plazas. El PIB del país tendrá un retroceso de alrededor de 9.5%.
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En conferencia de prensa Gabriela Siller, directora de análisis del banco, señaló que la crisis y sobre todo la salida de capitales del país podrían recrudecerse si México pierde el grado de inversión por parte de dos calificadoras, un escenario poco probable; sin embargo, recordó en la escala de Fitch, la calificación soberana se encuentra a sólo un nodo de perder el grado de inversión.
“La ola de desempleo será generalizada por el efecto dominó de las industrias que se ven afectas la caída en la actividad económica. Al principio eran los salarios bajos los que se perdían, pero veremos que empiece a permear a trabajadores con mayor poder adquisitivo”, consideró.
Con información de Viridiana Mendoza.
