La meta para las empresas españolas es duplicar el consumo por persona del vino en 6 o 7 años, una meta asequible para la Oficina Comercial y Económica de la Embajada de España.   El mercado mexicano está familiarizado con el vino español, pero las importaciones y consumo siguen estando por debajo de varios países en América Latina. Pero la apuesta de los productores españoles  es aumentar la masa crítica del consumo entre el público mexicano, donde la población joven que adquiere mayores ingresos también está adoptando nuevos hábitos de consumo. “Para España el mercado mexicano es interesante en el sentido de que lo vemos como un mercado de futuro, de crecimiento. Es verdad que no es un muy grande, pero nos interesa su recorrido y nos esforzamos por aumentar la demanda del vino”, dice Francisco Javier Garzón, consejero Económico y Comercial de la Embajada de España en México.   Una botella por año El vino español lidera el consumo de esta bebida en el país. En 2013, el país importó 54 millones de litros de vino por un valor de 218 millones de dólares (mdd) , de los cuales 53.5 mdd (13.3 millones de litros) corresponden a vino español, según cifras de la Oficina Económica de la Embajada de España en el país. Pero el consumo per cápita del vino en el país sigue siendo bajo si se le compara con otros países, indica en entrevista Francisco Javier Garzón: En México el consumo per cápita de vino al año es de 0.75 litros, es decir, una botella. En España está alrededor de los 20 litros. Aunque México no encabeza el ranking de destinos  en exportaciones de vino español, tampoco es un mercado para nada desdeñable, dice el funcionario. El reto del destilado de uva de origen ibérico está en la competencia con otras bebidas que también se disputan el gusto del consumidor mexicano. De acuerdo con un estudio de Euromonitor, el crecimiento en el sector de bebidas alcohólicas en el país está siendo liderado por el Whisky, mezcal y vino tinto y espumoso.   Un mercado joven Aunque el consumo de una botella por persona al año en México pueda parecer poco comparado con España, de 20 litros por año, el crecimiento ha sido constante. En 2005, el consumo era de sólo 0.375 litros, según cifras de la Oficina Económica y Comercial de la Embajada. “Lo que más nos interesa del mercado mexicano es su recorrido, que sea un mercado de crecimiento,  que en la medida se vaya acumulando una masa crítica de consumo”, comenta Francisco Garzón. La meta para las empresas españolas es duplicar el consumo por persona del vino en general en 6 o 7 años, una meta asequible, comenta el diplomático. Aunque no es el primer destino de exportaciones, México tampoco es un mercado prescindible para España. Es el quinto destino de sus exportaciones fuera de Europa, tan solo superado por EU, Canada, Japón y China.   Nuevos consumidores, nuevos hábitos Francisco Garzón no piensa que con en el crecimiento del consumo de vino sólo sea beneficiada España: “Nuestro interés está en hacer crecer el mercado en general, después cada quien tomará el pedazo de la tarta que le corresponda, pero creo que es importante  esforzarnos entre todos los países exportadores y también entre los mexicanos vitivinícolas en hacer crecer el interés por el vino y después cada cual encontrará a sus consumidores”. La población joven es un nicho que también interesa, pues está ganando poder adquisitivo y adoptando nuevos límites de consumo. “Es cierto que el consumidor mexicano tradicional es varón de clase media alta y de entre 35 y 45 años. Pero creo que está cambiando mucho, cada vez están consumiendo más vino otros estratos sociales”, asegura el consejero económico. El vino español lidera el mercado en México, pero su mayor reto será lograr un cambio en el consumidor y ser considerado en el paladar nacional más allá de ocasiones especiales y ser un acompañante habitual en la mesa.    

 

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