Una de las manifestaciones de violencia contra las niñas y las mujeres es la falta de igualdad de género que sigue imperando en las sociedades alrededor del mundo. En diferentes ámbitos, el acceso a las mismas oportunidades para el desarrollo personal y profesional; mismo que de ser alcanzado y/o garantizado podría contribuir de manera importante al desarrollo de un mundo pacifico, próspero y sustentable. Si bien es cierto que en los primeros 15 años del presente milenio hubo avances importantes en el desarrollo de planes y programas nacionales e internacionales para la promoción de eliminación de la violencia contra las niñas y las mujeres; también es cierto que aún hasta el 2016, el 19% de las mujeres entre los 15 y los 49 años de edad ha referido haber vivido al menos una vez en su vida violencia física y/o sexual a manos de sus parejas. Asimismo, casi el 50% de las mujeres víctimas de homicidios intencionales alrededor del mundo han sido asesinadas por su pareja o un familiar. Ante esta situación, la Agenda 2030 incluye dentro de los Objetivos para el Desarrollo Sustentable, el Quinto Objetivo que busca “lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas” a fin de generar en los gobiernos locales la conciencia acerca de la imperiosa necesidad de disminuir la brecha de desigualdad que existe entre géneros y que privan a mujeres y niñas de oportunidades y derechos fundamentales; por ejemplo, el acceso a la educación. A pesar de las iniciativas de Educación Para Todos (EFA Education For All, por sus siglas en inglés), aún sigue habiendo una gran cantidad de mujeres y niñas en condiciones de analfabetismo y/o rezago educativo. En Mexico, de la población analfabeta el mayor porcentaje se concentra en las mujeres, pues del total de personas que en nuestro país no saben leer ni escribir, el 60% son mujeres de 15 años en adelante que no han tenido acceso a educación formal. Como parte de las acciones de concientización para poner fin a la violencia de género, las Naciones Unidad han dispuesto que el 25 de noviembre, los países que han suscrito desde 1979 la Convención sobre la eliminación de todas las formas de violencia y discriminación contra la mujer observen el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia para promover entre la población un esquema de participación y corresponsabilidad en el que todos los órdenes de gobierno definan políticas públicas claras que permitan el desarrollo de planes y programas que conlleven a una cultura de paz y absoluto respeto a los Derechos Humanos. La promoción y procuración del desarrollo de una sociedad con valores e igualdad de oportunidades no recae exclusivamente en el gobierno a nivel local, regional, nacional o internacional; recae en la unidad básica de la sociedad: la familia. Educando desde la valoración del género como parte de la identidad, pero también enseñando que una sociedad multicultural requiere de espacios en los que todas las voces encuentren eco y no sean acalladas ni sometidas. Aún falta mucho por hacer, es cierto, lograr juntos la eliminación de la violencia contra niñas y mujeres es una labor titánica, pero las acciones conjuntas y las tareas compartidas lograrán que no haya “ni una más”. Contacto: Correo: [email protected] Twitter: @ArleneRU Linkedin: Arlene Ramírez-Uresti Google+: Arlene Ramírez Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

Siguientes artículos

La importancia de cumplir con la palabra
Por

Pocas cosas dañan tanto al prestigio de alguien como incumplir una promesa, fallar a la palabra dada es tomar la ruta eq...