Las últimas minutas de la Junta de Gobierno del banco central señalan que los recientes acontecimientos sociales tendrán un efecto adverso sobre la inversión.     La mayoría de los integrantes de la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) señaló que los acontecimientos sociales más recientes pueden deteriorar la confianza de los inversionistas locales y extranjeros. De acuerdo con las minutas de la decisión de política monetaria del 31 de octubre, publicadas hoy viernes, la mayoría de los integrantes agregó que “los recientes acontecimientos sociales en el país podrían deteriorar los niveles de confianza de los agentes económicos, locales y extranjeros, con su consecuente efecto adverso sobre la inversión”. La desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, a manos de un grupo criminal, detonó la crisis política y social más grave que ha enfrentado el gobierno de Enrique Peña Nieto desde que tomó el poder en diciembre de 2012, que está presionado para ofrecer resultados convincentes en las investigaciones. Estos sucesos en el municipio de Iguala, Guerrero, más otros hechos violentos en otras regiones del país, como una ejecución masiva en el Tlatlaya, Estado de México, enfurecieron a distintos sectores de la sociedad, que han expresado su indignación mediante movilizaciones en la Ciudad de México. Inversionistas y analistas también han mostrado serias dudas de que el gobierno pueda restablecer el estado de Derecho en varias regiones del país y aplicar de forma eficaz las reformas estructurales que terminaron de aprobarse este año. La última encuesta de especialistas del sector privado de Banxico mostró a la inseguridad como el principal factor de riesgo para la economía mexicana, muy por encima de la política fiscal y la volatilidad en los mercados. El secretario de Hacienda, Luis Videgaray, reconoció ayer jueves en una entrevista radiofónica que el caso de Ayotzinapa puede frenar inversiones en el país. “Sería una ingenuidad decir que no tendrá un efecto en la economía”, agregó. La junta de Gobierno del banco central de México decididó en su última junta de forma unánime dejar intacta la tasa clave de interés en 3.0% hace dos semanas, aunque la mayoría de sus integrantes coincidió en que la incertidumbre global se ha incrementado. No obstante, la mayoría de los cinco integrantes de la junta consideró que el balance de riesgos para la economía y la inflación local no han cambiado, según la minuta de la reunión más reciente de política monetaria. Con información de Reuters  

 

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