Virgencita plis… oración emprendedora
Amparo Serrano ‘Amparín’ es una diseñadora y artista que tiene un objetivo: que sus creaciones lleguen a todos los mexicanos. Su ‘bebé’ es la marca Distroller, que ha logrado traspasar fronteras e incluso ha dado la pauta para crear contenido televisivo en una alianza reciente con Cartoon Network.
Del otro lado de la línea telefónica suena una voz con acento sajón, se trata de Daryn Fillis, el CEO de Distroller, sí, Distroller, la marca que generó una invasión de Virgencitas por todo México, la misma bajo la que nacieron los muñecos Neonatos y ahora, las muñecas Chamoy.
La llamada obedece a nuevas aventuras, Daryn comenta a Forbes México que la firma de un acuerdo con Cartoon Network permitirá que la productora genere contenido visual de Distroller en televisión, justo en uno de los canales infantiles más importantes en América Latina.
Esto implica una oportunidad muy grande de crecimiento, sin embargo, crecimiento no es la única palabra clave en la empresa.
“A diferencia de todas las empresas en que he trabajado, el objetivo de Distroller es cumplir los sueños de Amparín, todo lo que tiene que ver con licencias, expansión, lanzamiento de nuevos productos y alianzas son cosas que ella tiene que aprobar y sentirse cómoda con ello, Distroller no es sólo una marca exitosa, es un concepto, un mundo aparte”.
Ejemplo de la filosofía de la empresa son las tiendas Distroller, actualmente hay 27 en al menos 11 ciudades en la República. Entrar a una tienda Distroller es una experiencia, los bebés son horrorosamente cautivadores y cada producto tiene un mensaje, ya sea aceptarse así mismo, no raro, sino único y especial, o agradecer a la Virgencita por las cosas buenas que se tienen y pedir protección.
La marca se consolidó como empresa en 2004 con la apertura de una tienda pequeña en Prado Norte, en la Ciudad de México. Todo empezó como un concepto artesanal, pero conforme más personas supieron de la marca la estrategia de crecimiento fue distinta.
“En 2007 se otorgó la primera licencia, más por necesidad que por ambición, una marca de mochilas se acercó a comentarnos que ya había en el mercado, sobre todo en las calles del Centro Histórico, artículos pirata de la Virgencita Plis, que querían tener los derechos para llevar productos originales y competir con calidad, la apuesta resultó positiva”, relata Daryn.
Las licencias de Distroller han permitido no sólo que los diseños de Amparín originales venzan a la piratería, sino también que se abran paso en múltiples mercados, una de las licencias más relevantes se otorgó a Scribe, que lanzó una línea de cuadernos y libretas con gran aceptación.
“La estrategia del otorgamiento de licencias es básicamente encontrar empresas líderes en su ramo, generar una relación ganar-ganar que permita posicionar y producir en gran masa productos originales de muy alta calidad”.
Daryn se integró en 2008 como CEO a la marca, su misión es ayudar a que Distroller crezca de manera orgánica y también de paso, liberar a Amparín de mucha de la carga administrativa que implica el mundo Distroller.
Así, con la visión de negocios es como se han tejido acuerdos también para la venta de la producción inhouse de Distroller, principalmente la bisutería, que se puede encontrar en Sanborns y las muñecas Chamoy, presentes en Juguetrón, Walmart, Palacio de Hierro y Liverpool.
Para el futuro cercano, es decir, para el final de este mes, Distroller presentará una línea de ropa para bebé y Jr., en tiendas Suburbia a través de tres licenciatarios.
Para el largo plazo, Distroller no descarta un modelo de franquicia para las tiendas, sin embargo no es algo que vaya a ocurrir por ahora de manera masiva, pues la única franquicia está en Chihuahua.
“Se intentó con el modelo pero hubo que reabsorberlas, para probar un nuevo juguete y arriesgar es necesario que las tiendas sean nuestras, no sólo por el control sino por el riesgo, las tiendas de Distroller seguirán siendo pequeños laboratorios”.
