Por Viridiana Zurita* Para la mayoría de las compañías, la innovación todavía no está en el centro de su negocio, por el contrario, no están integradas con las actividades centrales. Las organizaciones hacen grandes inversiones en “laboratorios” y “estudios” de innovación: centros boutique con su propia cultura, procesos y estructura operativa. Y a pesar de que a menudo la cultura y la forma de trabajar en estos espacios es la correcta, las empresas observan cómo cada idea propuesta no cumple con sus objetivos comerciales ni tampoco ofrece servicios con un valor claro y relevante. Para que la innovación organizacional cumpla con sus promesas, las empresas deben encontrar la manera de alinearla con sus objetivos comerciales básicos. Ver la innovación como parte de una lista de pendientes conducirá rápidamente al fracaso, para desarrollarla de una mejor manera, es importante realizar tres acciones inmediatas: Vincular la innovación con el negocio principal La buena noticia es que las inversiones existentes en procesos de entrega ágil y transformación no deben desperdiciarse. Para que la innovación tenga éxito, las empresas necesitan aplicar esta cultura, procesos y capacidades a sus requisitos empresariales básicos. Esto significa que todos los proyectos de innovación deben tomar los objetivos de la empresa como punto de partida. No existen dos organizaciones iguales, y todas las empresas necesitan alinear la innovación con el equilibrio adecuado de las oportunidades de negocio centrales, adyacentes y nuevas. La flexibilidad y la voluntad de cambiar significa todo en este aspecto: una estrategia de innovación debe ser adecuada y fundamental para los objetivos estratégicos de la organización en un mundo donde el cambio es continuo. Construir un ecosistema de valor Para crear una arquitectura de innovación capaz de ofrecer cambios estratégicos a escala, las empresas deberán establecer las alianzas adecuadas. Esto se debe a que las arquitecturas y los ecosistemas modernos son tan complejos que ninguna organización puede reunir todas las capacidades necesarias sin ayuda. En este sentido, es alentador que las organizaciones escaneen cada vez más el ecosistema de capital de riesgo para obtener capacidades que puedan agregar a sus propias prácticas. Sin embargo, es importante que las empresas miren más allá de sus propias industrias, para que puedan obtener el panorama de un ecosistema más amplio. Con las expectativas del cliente más fluidas que nunca, las empresas necesitan un ecosistema de asociación amplio para que puedan adaptarse a los comportamientos y demandas del consumidor que cambian rápidamente.  Innovar no es una opción El mundo está en un estado de movimiento constante, y todos los días las empresas deben navegar desafíos turbulentos políticos, ambientales y sociales. Innovar es la esperanza vital para que las empresas superen esta turbulencia y encuentren soluciones a algunos de los desafíos más importantes del mundo. Pero sólo funcionará si es una verdadera innovación fundamentada en los objetivos centrales del negocio. Lograr esto implica repensar la innovación en la cultura organizacional de las empresas para garantizar que funcione. Un ambiente de trabajo abierto a la innovación exige un talento ágil para crear la reinvención rentable de un modelo de negocio de manera constante. *Socia Directora de Tecnología en Accenture México.   Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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