La vigilancia del volcán en Islandia continúa. Desde hace varias semanas, miles de pequeños terremotos han apuntado a una erupción cada vez más probable del volcán Fagradalsfjall situado cerca de Grindavík, un pueblo pesquero situado a sólo 16 millas del aeropuerto de Keflavík, el aeropuerto más grande del país y el principal centro de vuelos internacionales.
El lunes, la Oficina Meteorológica de Islandia amplió la “zona de peligro” debido a “claros signos de landris” (o levantamiento del suelo causado por el aumento del magma) en Svartsengi, un paisaje árido formado por fisuras, conos y cráteres volcánicos que alberga una central geotérmica cuyo agua sobrante se utiliza para llenar la reconocida Laguna Azul, principal atractivo turístico del país.
Los meteorólogos de AccuWeather han advertido sobre el potencial de impactos en los viajes aéreos “en las próximas semanas”, al tiempo que señalaron que determinar el tamaño y la ubicación exacta del espacio aéreo afectado dependerá del momento de la erupción “inminente”.
“Si el volcán entrara en erupción entre el martes y el miércoles, los vientos de los niveles superiores en Islandia tenderían a dirigir las cenizas hacia el este, hacia Escandinavia o incluso al norte de Escandinavia”, dice Jonathan Porter, meteorólogo jefe de AccuWeather.
“Sin embargo, más adelante en la semana, habrá grandes cambios en el patrón de viento en los niveles superiores en Islandia y Europa”, dice Porter. “Del jueves al viernes, se desarrollará una caída sustancial en la corriente en chorro en partes de Europa, reconfigurando los vientos en los niveles superiores, que pueden dirigir cualquier ceniza elevada hacia partes del norte y centro de Europa. Durante el fin de semana, cualquier ceniza presente muy por encima del suelo podría dirigirse hacia el oeste a través de Europa”.
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El volcán de Islandia podría afectar los viajes ‘durante las próximas semanas’ en Europa
Un escenario así tiene el potencial de impactar la economía global. En 2010, la erupción del volcán Eyjafjallajökull de Islandia provocó 100.000 cancelaciones de vuelos durante varias semanas, lo que afectó a 7 millones de pasajeros y recortó 4.700 millones de dólares del PIB mundial, según un análisis de Oxford Economics. Esa cifra incluía 1.700 millones de dólares en pérdidas de ingresos para la industria aérea.
El momento de una posible erupción también afectará la calidad del aire en Reykjavik, ubicada a 31 millas al noroeste del volcán. “Si se produjera una erupción a principios de semana, la reducción de la calidad del aire podría incluso ser un problema cerca de la capital, Reykjavik, ya que los vientos cercanos al suelo provendrán del sur, lo que puede dirigir el aire contaminado hacia partes del área de Reykjavik”, dice Porter. . “Más adelante en la semana, los vientos cercanos al suelo cambiarán de dirección, lo que reduciría el riesgo de una reducción de la calidad del aire en la capital”.
Mientras tanto, la autoridad de turismo del país pide calma. “Es imposible predecir si se producirá una erupción volcánica, o exactamente cuándo o dónde en las cercanías de Grindavík podría estallar una posible erupción”, según el sitio web Visit Islandia. “Es importante señalar que actualmente hay 46 volcanes en erupción activa en todo el mundo, sin grandes perturbaciones para el tráfico aéreo internacional”.
Mientras tanto, la aerolínea insignia del país, Islandia Air, dice que la actual actividad sísmica en la región suroeste de Islandia “no ha afectado” los vuelos hacia o desde Islandia. “Estamos en estrecho contacto con las autoridades islandesas y estamos siguiendo de cerca la situación”, según la alerta de viaje de la aerolínea.
Este artículo fue publicado originalmente en Forbes US.
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