La mayor preocupación para el Gobierno alemán es que otros fabricantes de vehículos como Daimler y BMW puedan sufrir las consecuencias del escándalo de Volkswagen.   Reuters El escándalo Volkswagen ha sacudido el ambiente empresarial y político de Alemania y analistas han advertido de que una crisis del fabricante de automóviles podría convertirse en la mayor amenaza para la economía más grande de Europa. Manipulación en pruebas de emisiones de gases de vehículos diésel en Estados Unidos le costaron el puesto el miércoles al presidente ejecutivo de Volkswagen, Martin Winterkorn, y los expertos ahora están evaluando el impacto económico del escándalo. Volkswagen es el mayor fabricante de vehículos de Alemania y uno de los empleadores más grandes del país, con más de 270,000 puestos de trabajo. “De pronto, Volkswagen se ha convertido para la economía alemana en un amenaza más grande que la crisis de deuda griega”, dijo a Reuters Carsten Brzeski, economista jefe de ING. “Si las ventas de Volkswagen se desploman en América del Norte en los próximos meses, esto no sólo tendría un impacto en la sociedad, sino en la economía alemana en su conjunto”, agregó. Volkswagen vendió cerca de 600,000 vehículos en Estados Unidos el año pasado, alrededor de un 6% de un total mundial de 9.5 millones. La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos dijo que la compañía podría enfrentar multas de hasta 18, 000 millones de dólares, más de la totalidad de sus ganancias operativas del año pasado. Si bien esa multa estaría más que cubierta por los 21,000 millones de euros (24,000 millones de dólares) en efectivo que tiene la compañía, el escándalo ha avivado el temor a fuertes recortes de empleos. La mayor preocupación para el Gobierno alemán es que otros fabricantes de vehículos como Daimler y BMW puedan sufrir las consecuencias del escándalo de Volkswagen. No hay indicios de irregularidades en estas firmas y algunos analistas consideraron que el impacto sería limitado. El Gobierno alemán dijo el miércoles que la industria automotriz seguiría siendo un “pilar importante” para la economía a pesar de la profunda crisis en Volkswagen. Pero analistas advierten que es precisamente esa dependencia en el sector automotor lo que podría convertirse en una amenaza para la economía que se prevé que crezca un 1.8% este año. “En caso de que las ventas de automóviles caigan, esto también podría alcanzar a los proveedores y con ellos a toda la economía”, dijo a Reuters el experto en la industria Martin Gornig, del centro de estudios DIW con sede en Berlín.

 

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