La demarcación ya forma parte del programa Connected Citizens de la popular app de navegación, a través del cual ambas partes intercambiarán datos en tiempo real.   Muy pronto, ese bache en el que acabas de caer al circular por las calles de la Ciudad de México podría ser reparado de un día para otro. La delegación Miguel Hidalgo y Waze, la popular app de navegación israelí propiedad de Google, firmaron un acuerdo de colaboración en el marco del programa Connected Citizens. El convenio ayudará a las autoridades a comprender mejor el flujo vial en la demarcación y atender de forma más ágil los reportes de fallas en infraestructura o accidentes que los usuarios hacen a través de la app, y se espera que eventualmente se extienda a todo el Distrito Federal. Julie Mossler, Head of Global Communications, Policy & Creative Launch Strategy de Waze, explicó en entrevista con Forbes México que la delegación se suma a más de 40 socios estratégicos – entre ellos las ciudades de Puebla y Monterrey– que ya conforman el programa Connected Citizens, un programa que fue creado para ayudar a los gobiernos y alcaldías a conectar con sus ciudadanos en tiempo real, sin que esto implique un gasto para las autoridades. Si has transitado por esa delegación, sabes cuanto potencial tiene el acuerdo. Carlos Helú, director general de Desarrollo Delegacional en Miguel Hidalgo, explica que dos de las avenidas más congestionadas de la ciudad en las horas picos son Insurgentes y Reforma, y una parte importante de esta última le compete a la delegación Miguel Hidalgo. “En la delegación se realizan diariamente 500,000 viajes, de los cuales 28,000 salen de la delegación, 232,000 llegan a la delegación y 240,000 la cruzan; la población flotante es enorme”, explica. El contexto geográfico de la demarcación también es determinante, afirma Helú: “Tenemos tres municipios aledaños y cuatro delegaciones, tenemos un tráfico vehicular espectacular.” Mossler enfatiza que aunque el programa, que arrancó en octubre de 2014, aún está en fase de prueba, ya ha mostrado grandes resultados, entre ellos:
  • En Río de Janeiro, Brasil (donde Waze colabora desde hace más de un año) ha cambiado la forma en que los servicios de limpia recolectan la basura simplemente porque saben qué calles son las más congestionadas y en cuáles el camión podría provocar un accidente si se detuviera momentáneamente.
  • En Boston, hay zonas en las que las calles son muy estrechas, cuando un usuario reporta que hay un auto estacionado en doble fila, las autoridades pueden actuar más rápidamente para infraccionar al conductor o remover el vehículo. Así, las calles se vuelven más abiertas porque hay una reacción inmediata a algo que de otra manera tomaría mucho tiempo.
Otro de los beneficios que ofrece el programa, asegura Mossler, es que en caso de una emergencia, ya sea un terremoto o un huracán, “ya tenemos una relación directa, sabemos a quién llamar. Cuando ocurre una catástrofe no quieres preocuparte por buscar el contacto de alguien, ya nos conocen, así que pueden enviarnos información de interés para el público y nosotros podremos cargarla en nuestra app”. Helú ya tiene una idea de lo que los datos que les aporte Waze pueden hacer por la ciudad: “Imaginamos varios usos potenciales, entre ellos uno que tiene que ver con uno de los grandes problemas de la ciudad que es el bacheo: tú puedes reportarlo y nosotros tendremos información georeferenciada en tiempo real para responder de manera más ágil.” No obstante, también reconoce que la plataforma también representa un desafío, y afirma que les aportará “información a partir de la cual podremos generar soluciones y tendremos que entrar en un proceso de aprendizaje sobre cómo aprovechar esos datos.” Hasta ahora, todos los beneficios mencionados apuntan a la ciudad, pero Waze también gana con la alianza. “Hay toneladas de información que la Ciudad de México puede compartir con nosotros. No es que ellos reciban todos los beneficios, nosotros ganamos al tener nuevos usuarios y al robustecer la aplicación con información de las ciudades”, dice Mossler. Y todo el mundo quiere formar parte del programa. La ejecutiva afirma que ya hay una lista de espera de 150 aliados (ciudades, alcaldías o países), pero que para la compañía es imposible aceptarlos de inmediato “porque tenemos que asegurarnos de que nuestros socios actuales reciban la atención que merecen”. El principal desafío para Waze es que “sólo tenemos a una persona que se encarga de evaluar a los posibles aliados en el programa y determinar si podrían funcionar en el largo plazo. Si no puedes asistir a las juntas ni comprometerte a cambiar las cosas aunque sea un poco, no tiene sentido para nosotros que trabajemos juntos”. Por su parte, Helú afirma que la delegación trabaja para hacer de su participación en el programa algo permanente. “¿Te imaginas lo que nos habríamos ahorrado todos si hubiésemos contado con esta información durante la remodelación de Masaryk?”

 

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