La revista Época informó que ejecutivos de Carioca Engenharia pagaron unos 13 millones de dólares al presidente de la Cámara baja Eduardo Cunha, a quien los fiscales acusaron de recibir sobornos de contratos de Petrobras.   Reuters En las primeras acusaciones de corrupción vinculadas a los Juegos Olímpicos de Río 2016, la revista Época informó que la constructora brasileña Carioca Engenharia supuestamente sobornó al presidente de la Cámara baja del Congreso para asegurarse fondos para un proyecto de revitalización de un área portuaria. El reporte, que Época atribuyó a documentos filtrados, podría causar dolores de cabeza para la ciudad y su alcalde Eduardo Paes, que ha dicho reiteradamente que presentará unos Juegos libres de corrupción, retrasos y sobrecostos. Porto Maravilha es un proyecto de revitalización del área portuaria céntrica de Río, calificado por las autoridades como uno de los potenciales grandes legados de los Juegos. Aunque representa un quinto de los casi 40,000 millones de reales que se gastarán en el evento, no está supervisado por el comité organizador ya que no es un lugar olímpico. Época citó acuerdos de culpabilidad de directivos de Carioca Engenharia, que están bajo arresto por vínculos con el escándalo de corrupción de la petrolera estatal Petrobras. Un investigador dijo a Reuters el mes pasado que algunas de las grandes firmas de ingeniería que aparecen en la pesquisa de Petrobras “muy probablemente” violaron leyes contra la fijación de precios y sobornos en contratos para construir sedes olímpicas. El ayuntamiento de Río no respondió de inmediato pedidos por comentarios. Carioca Engenharia dijo que no realiza declaraciones sobre investigaciones en curso. Fiscales federales responsables de negociar los acuerdos de culpabilidad declinaron comentar el reporte. Época informó que ejecutivos de Carioca Engenharia dijeron que pagaron 52 millones de reales (13 millones de dólares) al presidente de la Cámara baja Eduardo Cunha, a quien los fiscales acusaron de recibir sobornos de contratos de Petrobras. Los ejecutivos dijeron que Cunha usó su influencia política para ayudar a Carioca Engenharia a obtener 3,500 millones de reales del Fundo de Garantia do Tempo de Servico (FGTS), un masivo vehículo de inversión pública financiado por deducciones a las remuneraciones y manejado por Caixa Economica Federal, uno de los grandes bancos estatales de Brasil. Representantes de prensa de Caixa dijeron en un correo electrónico que se siguieron todos los protocolos usuales al transferir los fondos a Carioca Engenharia y que no estaba al tanto de las acusaciones de soborno. Se comenzó una investigación interna por la información, explicaron en el correo.  

 

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