El costo de un mal estilo de vida puede llevar a la bancarrota a cualquier persona. Estrés, problemas cardiacos, gastritis, hipertensión, diabetes… Cualquiera de estos padecimientos puede representar hasta 1.9 millones de pesos en 30 años de vida por diversas complicaciones médicas. Los índices de sobrepeso y obesidad en México son preocupantes. El 73% de los adultos y 35% de los niños y adolescentes padecen esta condición, es decir, en total que 60.6 millones de personas (52% de los mexicanos) sufren obesidad, de acuerdo con el INEGI. Los costos no sólo recaen en quien sufre las consecuencias de un mal estilo de vida. Para el Gobierno Federal, la atención de la obesidad representa 806 millones de dólares al año. De esta cifra, 73% corresponde a gastos por tratamiento médico, 15% a pérdidas de ingreso por ausentismo laboral y 12% a pérdidas de ingreso por mortalidad prematura. Pero, ¿a qué podemos echarle la culpa? Aurora León, Vicepresidenta de la Federación Mexicana de Nutrición Deportiva, es tajante al decir que a la inactividad. “En México, cada vez la gente se mueve menos. El azúcar o la comida no es el enemigo, el gran responsable es la vida sedentaria que alguien puede decidir llevar. También hay un grado de responsabilidad en la educación sobre qué es lo que debemos comer porque incluso en la calle se pueden encontrar opciones correctas”. “Si ordenamos los factores causantes de obesidad por prioridad, la inactividad está en primer lugar. El problema de estos últimos años de obesidad en México es la falta de actividad que genera que el balance energético se vaya hacia el grado de obesidad. Obviamente también tiene mucho que ver el consumo en exceso de calorías porque no las estamos usando, ese consumo por lo general puede venir de comer mucho, de comer a deshoras, alimentos con mucho contenido calórico, pero sobre todo consumir alimentos en exceso y mal preparados”, agrega la experta. Obesidad por falta de movimiento ¿Cómo desprogramar entonces los malos hábitos? León dice que es mucho más fácil de lo que parece, “hay que generar movimiento con cosas tan fáciles como estacionarse lejos, subir escaleras en lugar del elevador, caminar para ir a la tienda o al banco. El reto es contribuir a que la gente se ponga en movimiento y con más razón hablando de gente que está todo el día en una oficina”. Balancear las actividades de negocios de muchos profesionistas también es un reto, aunque conocer ciertas claves puede facilitar el proceso. “Es importante incluir un poco de actividad diaria, tratar de estar más activo. De repente en la oficina salir para hacer una llamada por teléfono y si se puede incorporar media hora de ejercicio diaria, se balancea con esto todo el día, aunque sea muy sedentario. Como claves diría que se tome en cuenta el tratar de moverse más y buscar opciones saludables para alimentarse”. Como tercer pilar en el reto del bienestar personal está el descanso, básico para conseguir un equilibro de vida general y un mejor balance energético.

 

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