Vail, Colorado, ha sido considerado uno de los mejores destinos para los amantes de la nieve. No obstante, cada vez demuestra con más fuerza que las actividades al aire libre durante los meses cálidos también son su especialidad. Caminar por la villa de Vail es como entrar en un cuento en el que reina la tranquilidad rodeada de edificios pintorescos y con un fondo que bien podría confundirse con una pintura de Thomas Cole. La arquitectura predominantemente de piedra y madera hace referencia a las tradicionales cabañas escondidas en las montañas reinterpretadas para adaptarse al siglo XXI, porque si algo distingue a este lugar es que siempre están renovándose. Los hoteles, los restaurantes, los spas y hasta las atracciones en las montañas siempre van un paso adelante, invirtiendo millones de dólares para nunca quedarse atrás y seguir atrayendo a sus leales visitantes año tras año. En verano el ambiente en esta villa es muy distinto del invierno, con personas recorriendo las villas de Vail y Lionshead en shorts y bicicletas, niños jugando futbol en la Plaza Solaris y personas recorriendo los rápidos que cruzan la ciudad en actividades de rafting y kayak. Forbes Life fue parte de la experiencia veraniega y descubrimos la razón detrás del dicho que tienen en Colorado “la gente viene por el invierno, pero se queda por el verano”.
Villa de Vail. Foto Jack Affleck

Villa de Vail. Foto Jack Affleck

La montaña desde otro ángulo 53,000 acres corresponden al terreno esquiable en este destino, mismos que al calentarse el clima se convierten en un gran parque nacional que se recorre con cuatrimotos, bicicletas, caminatas y hasta a caballo. Al tomar la Eagle Bahn Gondola desde Lionshead Plaza hasta la cúspide de la montaña Vail es posible ver cómo pasan por debajo las pistas para esquiar que ahora se convierten en pistas para bicicleta de montaña. Al igual que cuando hay nieve, los caminos de tierra por donde corren los ciclistas se dividen en niveles de dificultad. Tras un recorrido de ocho minutos, al llegar a 10,000 pies de altura y bajarse de la góndola, se aprecia la mejor vista de los paisajes de Vail. El mirador se posa en la orilla y desde ahí se puede apreciar el Gore Range, alojado dentro de un denso paisaje de bosques de coníferas y a la distancia los picos de otras montañas de la cordillera. Un juego de colores verdes y azules enamoran a quien se tome unos minutos para contemplar la belleza natural de este lugar. Un buen recorrido para nutrirse de vistas que roban el aliento, como los Back Bowls en donde se realiza esquí libre en invierno, es el Mountain Top Tour, que consiste en un paseo en vehículos off-road desde la punta de la montaña – Eagle’s Nest – hasta Adventure Ridge. La aventura vibra en todos los rincones de esta montaña y qué mejor forma de dejarla escapar que a bordo de una cuatrimoto. Nos aventuramos a recorrer los boscosos caminos de este lugar en un ATV tour. Novatours realiza un recorrido a través de Camp Hale, el espacio en el que entrenaba la 10th Mountain Army Division, a la cual pertenecieron los fundadores de Vail como resort de esquí a principios de los años 60. Las cuatrimotos se internan en el bosque y suben la montaña hasta llegar a la parte más alta en donde incluso en verano es posible encontrar un poco de nieve y, en un día claro, se llegan a ver los dos picos más altos de Colorado, el Mount Elbert y Mount Massive. Al terminar el recorrido vale la pena disfrutar de un lunch en la terraza de la cabaña de McAllister’s Grill para brindar rodeados de montañas. Para quienes prefieren un contacto más directo con la naturaleza no hay nada que supere una excursión a pie a través de sus caminos de hiking. Éstos se encuentran divididos para quienes buscan una experiencia más deportiva, en donde se encuentran pendientes pronunciadas y caminos con desniveles naturales, y para quienes prefieren un paseo tranquilo con caminos planos rodeados de flores silvestres. Para facilitar la caminata hay algunos guías, como Paragon Guides, que organizan excursiones acompañados de llamas. Éstas son particularmente atractivas para familias, ya que los niños pueden llevar a la llama a través del camino. No obstante, además de su carácter entretenido, ir acompañado de uno de estos animales es muy práctico para quienes quieren hacer un picnic en lo alto de la montaña o quienes incluso buscan quedarse a acampar y necesitan llevar equipo. La experiencia del oeste no estaría completa sin un recorrido a caballo por los amplios campos de Colorado. Un rancho que se especializa en este tipo de actividades, pero sin perder en carácter de luxury travel, es 4 Eagle Ranch. Las cabalgatas las han realizado desde hace 24 años y cuentan con decenas de caballos entrenados que después de cada cabalgata pastan libremente en su terreno de más de 400 hectáreas. Además, recientemente inauguraron un espacio dedicado al Glamping, que consiste en tiendas de campaña de lujo en donde se goza de un amplio espacio interior con cama King size, regadera y un porche privado. Por si fuera poco existe la posibilidad de tener un chef privado que prepare una cena tipo farm-to-table… o farm-to-tent en este caso.
Glamping en 4 Eagle Ranch

Glamping en 4 Eagle Ranch

Diversión a 10,000 pies de altura  Uno de los más recientes esfuerzos de Vail para conquistar a los viajeros veraniegos es la creación del centro de diversiones Epic Discovery. Al final de la Eagle Bahn Gondola se entra a este lugar que concentra distintas actividades que permiten estar en contacto con la naturaleza, algunas de las cuales se transforman con la temporada para también estar disponibles en invierno. Entre ellas se encuentra la pared para escalar; el desafío de cuerdas que implica caminar sobre troncos colgados en una estructura y balancearse entre ellos con un arnés y cuerdas; y una colina desde donde se realiza tubing que implica deslizarse en unos toboganes al aire libre sobre una dona. La más reciente atracción es la montaña rusa llamada Forest Flyer. Ésta se diferencia de cualquier otra porque es de manejo manual, por lo que al no estar propulsada eléctricamente también estará disponible en invierno. Está construida de bajada sobre una pendiente de casi 800 metros en donde hay giros repentinos que permiten que el carrito individual se vaya adentrando en el bosque y alcance una velocidad de hasta 40 km/hr. El conductor tiene el control de la velocidad del juego, pero lo más recomendable es simplemente dejarse ir y sentir como si se volara entre los altos árboles de la montaña. La tirolesa es otra experiencia inolvidable. Para quienes no sean tan aficionados a las alturas tienen una pequeña, pero quienes realmente quieren vivir la experiencia de volar por encima de todo vale la pena vivir la aventura de cuatro horas en la más grande de Vail. Se trata de la Golden Eagle Zipline que tiene una longitud de 365 metros y alcanza una velocidad de hasta 70 km/hr.

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