Aunque los títulos del gigante chino del comercio electrónico repuntaron casi 77% luego de dos meses de su OPI, hoy cotizan por debajo de su precio de salida. Pero… no den todo por perdido.   Por Steve Schaefer Cuando Alibaba salió a bolsa en septiembre de 2014 cumplió con lo que se esperaba de ella, vendiendo más acciones a un precio mayor de lo previsto y con un repunte de más de 35% cuando empezó a comercializarse. Un año más tarde, sin embargo, la acción ha caído por debajo de su precio de salida de 68 dólares y se ha convertido en un álgido punto de debate entre alcistas y bajistas. El verano de 2015 ha aumentado el calor en torno a Alibaba, que culminó en un artículo de portada de la revista Barron que cuestiona desde los problemas de la empresa con los productos falsificados hasta su gobierno corporativo y su elevada capitalización de mercado (incluso con acciones muy por debajo de su punto más alto). En una refutación punto por punto, Alibaba argumentó que su valuación es muy cercana a la de eBay en un periodo comparable en el ciclo de crecimiento de esa empresa y que ha tomado medidas sustanciales para identificar y sancionar a los usuarios que intenten vender productos falsificados. Los alcistas se apresuraron a defender a Alibaba, señalando ejemplos anteriores en los que algunas publicaciones financieras han criticado el desempeño de otras compañías con argumentos pobres, pero muchas de las cuestiones planteadas por Barron no son fácilmente descartables. Tomemos, por ejemplo, la estructura corporativa de Alibaba. Debido a la regulación china respecto a la propiedad extranjera, Jack Ma y Simon Xie controlan Alibaba, mientras que los titulares de las acciones tienen derechos sobre los ingresos de las empresas. Eso puede parecer intrascendente, pero la decisión de 2011 de Ma de transferir el control de Alipay a Alibaba se destaca como una preocupación para los inversionistas. En ese momento, la medida hizo que Greenlight Capital de David Einhorn vendiera su participación en Yahoo. Dejando de lado las cuestiones de gobierno corporativo por un momento aún existen dudas sobre el crecimiento de Alibaba. Su participación de mercado dominante en el negocio de comercio electrónico de China fue el principal argumento de venta antes de su salida a bolsa, pero su tasa de crecimiento –como muchas empresas que recién salen a bolsa– ha dejado de acelerarse. El crecimiento de ventas año a año se desaceleró a un 29.1% en el 2T, por debajo del 42.5% en el trimestre anterior y 44.1% un año antes. En el periodo navideño que usualmente es observado muy de cerca, las ventas de Alibaba crecieron 38% en 2014, frente al 65.7% de crecimiento del año anterior. ¿Son estos datos evidencia suficiente de una catástrofe? Difícilmente. Y vale la pena recordar que Alibaba sigue siendo una empresa tremendamente rentable en comparación con un competidor como Amazon.com, pero sin duda el gigante chino ha perdido algo de brillo, ilustrado por su rendimiento relativo contra el otro nombre dominante en el comercio electrónico en los últimos 12 meses. Además de los problemas específicos de la empresa acerca de Alibaba, las acciones también está en peligro por la debilidad actual de China. Los analistas de Oppenheimer señalaron recientemente que Alibaba será una de las primeras empresas a sentir el impacto de una desaceleración del gasto de consumo. “No está claro si la desaceleración en el gasto se debe al impacto psicológico de la corrección del mercado de valores de China, o una desaceleración de la economía real influenciada por los cambios en los niveles de empleo y crecimiento de los salarios”, escribió Oppehneimer en una nota a clientes. La caída de Alibaba ofrece otro recordatorio de que los inversionistas no necesitan ser deslumbrados por la última gran salida a bolsa en el mercado de valores. Alibaba se disparó casi 77% en sus primeros dos meses en la Bolsa de Valores de Nueva York tras su OPI del 19 de septiembre de 2014, pero ha caído a la mitad desde entonces. Las consecuencias de las acciones de Alibaba está llegando más allá de la propia empresa. Yahoo y Softbank tenían participaciones en Alibaba antes de su salida a bolsa, cosechando los beneficios de su hinchada valuación durante años. Ambos han enfrentado el desmayo de Alibaba, Yahoo en particular. Eso es poco sorprendente dado que la mayor parte de la compañía con sede en California está ligada a su participación restante en el gigante del comercio electrónico chino, una participación que ha tenido la intención de ofrecer a los accionistas a través de transacciones libres de impuestos. Con el plan de escisión de Yahoo ahora en peligro, no pasará mucho tiempo antes de que los inversionistas exijan respuestas sobre la estrategia de Marissa para desplegar las riquezas Alibaba de forma eficiente y económica. Mientras tanto, Yahoo y el Softbank de Masayoshi Son permanecen atados a los vaivenes de sus participaciones: Entonces, ¿cómo quedan las cosas para Alibaba? No parece haber duda de que sigue siendo el jugador dominante en el comercio electrónico chino. En momentos en que el crecimiento de China parece estar desacelerándose a un ritmo preocupante, acciones como las de Alibaba lucen menos atractivas para el comprador marginal, lo que probablemente se haya visto reflejado en la cadena de venta de los últimos meses. A más largo plazo, si las deficiencias de gobierno corporativo de Alibaba demuestran ser tan superables como la empresa asegura, la senda de crecimiento a largo plazo para China debería finalmente entregar una gran cantidad de dinero a sus resultados. Analistas de Wall Street siguen siendo claramente alcistas, con una gran mayoría manteniendo calificaciones de compra (40 de 46 según FactSet) con un precio objetivo promedio de 90.59 dólares, un aumento de 37% respecto a los niveles recientes.

 

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