Pemex necesita una transformación dolorosa ante precios bajos
El presupuesto de Pemex se reduciría el próximo año 61.5% en comparación con 2015, según el proyecto de presupuesto del gobierno mexicano, donde la inversión física registraría una reducción de 17%, al pasar de 366,000 a 304,000 mdp.
Petróleos Mexicanos (Pemex), tendrá que hacer una transformación “increíble y dolorosa” frente al entorno de precios bajos del petróleo, dijo el líder de la industria de energía para Deloitte en la región de América, Mark Edmunds.
En el primer trimestre de 2015, Pemex reportó pérdidas de 52,226 millones de pesos (mdp), y el segundo trimestre éstas aumentaron a 84,572 mdp. Las pérdidas se acentuaron principalmente por la depreciación del peso frente al dólar de 2.7%, un menor volumen de producción y baja en el precio de la mezcla mexicana de crudo.
En agosto de este año, la calificadora Moody’s puso en revisión a la baja la calificación de Pemex debido a la generación débil de efectivo frente a los menores precios del petróleo.
Además, el presupuesto de Pemex se reduciría el próximo año 61.5% en comparación con 2015, según el proyecto de presupuesto del gobierno mexicano, donde la inversión física registraría una reducción de 17%, al pasar de 366,000 a 304,000 mdp.
El directivo también dijo que es una realidad que las empresas conocen el tema de corrupción, pero tienen la esperanza de que el gobierno tome acciones y genere confianza a las empresas que deseen invertir en territorio mexicano.
Respecto al mercado global, hay dos maneras de ver la situación del crudo, según Edmunds. La primera es que “todo está mal, nada va bien” y la segunda es que esta crisis es una oportunidad para mejorar la compañía, reposicionarla hacia el futuro y crear una nueva industria energética en México.
“Obviamente los precios son importantes, pero son ciclos y tenemos que encontrar la manera de lograr el equilibrio.”
En el último año, los precios del petróleo han caído más de 50%. En julio de 2015, los precios pasaron de 55 a 46 dólares por barril, pero estuvieron por encima de 120 dólares en el mismo mes de 2008.
No obstante, John England, líder de petróleo y gas en Estados Unidos para Deloitte, mostró optimismo para la industria petrolera al revelar que se espera un equilibrio para el precio del barril que oscilará entre 70 y 75 dólares durante 2017.
En el verano de 2014, recordó Edmunds, se creía que 100 dólares por barril sería a ser el estándar. Hoy, aquellos que predicen que la nueva normalidad del precio por barril estará en 35 o incluso llegar a menos de 30 dólares, tampoco es correcto.
Entre las variables que se deben vigilar está la producción energética de Estados Unidos, en particular las no convencionales, la presión de la OPEP a los precios a través de su ritmo de producción, y la demanda asiática de India y China.
Asimismo, England puntualizó que la reducción de costos del crudo ha hecho que los países reduzcan los subsidios a los energéticos.
Renovables, lejos del panorama
England también dijo que, ante el entorno de precios bajos, las energías renovables, si bien comienzan a repuntar en materia de viabilidad, su impacto sobre la industria petrolera comenzará a reflejarse hasta 2050.
En Estados unidos, las renovables se manejan bajo un esquema de subsidios, fundamentalmente, explicó England, pero están teniendo una renovación en las estructuras de sus costos para ser más competitivas.
“Las emisiones de carbono se redujeron de manera significativa con el uso de gas natural”.
¿Qué las está frenando? el costo de inversión. Por ejemplo, para un reactor nuclear, es mucho más elevado que la tecnología de exploración de gas natural y, aunque países como China estén diversificando y construyendo reactores, las generación con renovables todavía es una parte pequeña del combustible actual.
“Es justo decir que la energía solar, eólica o geotérmica no salvarán al mundo, sino una mezcla de todas ellas, incluido el gas natural, el crudo y la nuclear”, dijo England.
