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Estas son las 30 promesas de los negocios 2024

Por: Salvador Guerrero Chiprés*

No hay nada más triste para un líder empresarial, social o integrante de un organismo de gobierno que no entender la realidad, y con ella las oportunidades de progreso y de construcción de comunidad.

El liderazgo carente de una visión integradora existe como vestigio de tiempos autoritarios y puede ser frustrante para las comunidades más amplias y sus respectivas minorías. A veces el votante, ciudadano electoral, se decepciona de lo que advierte.

Una de aquellas oportunidades desaprovechadas ocurre, si carecemos de la comprensión de la diversidad sexual y de cómo, en un sentido más amplio, la diversidad de identidades nos puede enriquecer y potenciar.

Es un asunto de perspectiva y es ideológico.

La derecha no es por sí misma retrógrada, como la izquierda no es por sí misma vanguardista. Existen individuos que pueden vestir muy bien las perspectivas colectivas e individuales que pueden dañar la reputación lógica de ciertos acercamientos a las realidades empresariales o, para el caso de esta columna, de la diversidad sexual.

El propio Lenin advertía —mi paráfrasis libre— a los bolcheviques de los riesgos de estar parados desde un monte alto —digamos el instrumento ideológico favorito de las izquierdas convencionales de los últimos 150 años, el materialismo histórico— con un bosque enfrente en contraste con una mirada que comprende lo individual y lo general, así como sus interacciones y las múltiples perspectivas que pueden tenerse para comprender…cualquier tema.

Lenin, sin embargo y por ejemplo, tenía una posición ultraconservadora respecto de lo sexual. Besar a una mujer que ha besado otro, nunca, “es como un vaso del que otro ha bebido” —mi paráfrasis—. ¡Marx nos libre!

La diversidad, la inclusión, el empoderamiento femenino y la dignificación de las minorías son prioridades en la agenda internacional del siglo 21. El combate a la discriminación tiene un gran campo a explorar en el ámbito corporativo; si se desvanece en los espacios cotidianos públicos, su herencia visible, su influencia en los discursos de odio disminuirá como debería hacerlo hasta desaparecer también en todas las empresas.

La Ciudad de México, cuyo gobierno lidera Claudia Sheinbaum, ha conseguido colocarse a la vanguardia en materia de inclusión y ser uno de los lugares donde más tolerancia y espacio encuentra la comunidad LGTB+ en todo el mundo. En una ciudad plena de derechos no existe, en lo general, la misma intolerancia respecto de la diversidad sexual sin que haya razón para echar campanas al vuelo.

Tanto el sentido común como la experiencia dictan que la integración de las minorías es fundamental para expandir la capacidad económica de un país.

El empoderamiento femenino, por ejemplo, tiene buenas consecuencias a nivel material. Y, en su caso, hasta el 10% de la población mundial se coloca en alguno de los puntos del abanico no binario de la sexualidad humana en esas catalogaciones integradas, según los valores predominantes de cada cultura y tiempo.

Es un proceso gradual: al reconocimiento social y la conquista de derechos le siguen el consumo de servicios y el consecuente desarrollo económico.

Tan sólo la Ciudad de México del presente se encuentra a años luz de la de principios del siglo XXI. Hace un lustro, según revela el Inegi, en la capital se dieron el 82 por ciento de las bodas igualitarias del país.

En nuestro país, hablamos de una comunidad cuyo potencial de consumo sería, comparativamente, el de un Producto Interno Bruto de 60 mil millones de dólares; o de una población internacional que congregada por sí misma podría encarnar una de las naciones más sólidas económicamente.

El próximo 28 de junio debería servir, más allá de toda apariencia, como una oportunidad para integrar grupos vulnerables y segregados. Para replantear códigos y normas donde se considere a la comunidad LGBT + y para que las nuevas empresas tengan una visión integral, que no sólo vea la oportunidad económica, sino que consolide una sociedad supeditada por los Derechos Humanos de cada persona. 

Contacto:

Salvador Guerrero Chiprés es Presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México. Doctor en Teoría Política por la Universidad de Essex, ha impulsado causas como la transparencia, la lucha contra la corrupción y el empoderamiento ciudadano en coordinación con organismos empresariales y autoridades.*

TW: @guerrerochipres

www.consejociudadanomx.org

Twitter: @elconsejomx

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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