La dudas se mantienen en las rondas de renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), y es cada vez es más evidente que su futuro se basará en la decisión de Estados Unidos de reducir las “medidas tácticas”. “La quinta ronda de renegociación del TLCAN concluyó sin avances significativos. La ronda 5.5 tuvo algunos avances en temas como anticorrupción, facilitación comercial, comercio digital, procedimientos aduaneros y telecomunicaciones”, destacó un comunicado de KPMG. Según KPMG, las negociaciones del TLCAN después de marzo, las elecciones intermedias en Estados Unidos y el resultado de las elecciones presidenciales en México tendrán un efecto en el futuro del tratado. Ante este panorama, la consultora recomienda tomar decisiones o emprender acciones a un costo o con un efecto operativo mínimos, que incrementen el grado de preparación de los negocios para mitigar o aprovechar los posibles cambios que se efectúen al TLCAN. Estas son algunas de sus recomendaciones:
  • Identificar a la persona o posición en la organización encargada de supervisar y coordinar las acciones necesarias.
  • Analizar la estrategia desde una perspectiva general, ante escenarios posibles, alternativas viables, casos improbables o los peores contextos. Esto no necesita ser extenso ni complejo, sino que ayude a asegurar que la empresa está lista para actuar, cualquiera que sea el resultado.
  • Identificar los componentes del negocio que están dentro del alcance del TLCAN: ¿qué productos se benefician de las tarifas del TLCAN y cuáles son sus costos en comparación con las tasas de nación más favorecida (MFN) o tratados de libre comercio alternativos? ¿Qué porcentaje de los empleados requieren una visa? Asimismo, hay que considerar los efectos indirectos en la cadena de suministro: por ejemplo, ¿los proveedores dependen ampliamente de partes o mano de obra mexicanas, estadounidenses o canadienses?
  • Considerar si es necesario tener apoyo en relaciones públicas para hacer llegar los mensajes corporativos
  • Asegurarse de tener en cuenta la posibilidad de un impacto futuro en el transcurso de cualquier actividad de revisión o planificación comercial prospectiva; por ejemplo, la estrategia de precios hoy podría ser bastante diferente a la luz de posibles cambios.
Otro tema que hay que tener en cuenta, continua KPMG, es la reforma fiscal de Estados Unidos (la más importante en 30 años), además de los cambios en la tributación transfronteriza. “Esto significa que cualquier negocio con comercio transfronterizo necesitará revisar su cadena de suministro y verificar el efecto que sobre él tendrá la reforma, considerando siempre que esté en línea con la planeación de escenarios sobre el TLCAN”, destacó KPMG. También puedes leer: Producción de autos en México crecerá en 2018 pese al TLCAN: AMIA

 

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