Este martes, los estadounidenses acuden a las urnas por primera vez desde que Donald Trump fue elegido como presidente.

Se trata de las elecciones de medio mandato, en la que se elegirán integrantes del poder ejecutivo estatal y local, del legislativo federal y estatal, y de las que la composición del poder judicial puede verse fuertemente afectada y con efectos a largo plazo.

Las elecciones se dan en un contexto de crecimiento económico. En la primera mitad de año, la economía se expandió un 3.2%, gracias a la bajada de impuestos del presidente Trump, y la tasa de desempleo en octubre de 2018 está en su mínimo respecto de los últimos diez años, un 3.7%.

“Mi sueldo ha subido unos 100 dólares al mes gracias a la reforma fiscal. Voté a Trump y votaría a los Republicanos en estas midterms. Desde que él está en el poder, en el Ejército hemos aumentado el presupuesto y hemos podido invertir en nuevos equipos de buceo”, afirma Scott Caruana, miembro del equipo de buzo militar y residente del Estado de Virginia.

Precisamente por esto en la campaña electoral la economía ha tenido menos protagonismo, en comparación con otros temas como inmigración o la sanidad.

A continuación, explicamos por qué aunque no se elige presidente, estas elecciones pueden tener un fuerte impacto en la política estadounidense en los años venideros.

1. ¿Qué votan este 6 de noviembre los estadounidenses?

Las elecciones de medio término son un conjunto de elecciones, similar a la situación electoral del 1 de julio en México.

A nivel federal, los estadounidenses van a tener que reelegir o renovar a todos los 435 escaños de la Cámara de Representantes (diputados) y un tercio de los senadores, es decir, 35.

A nivel estatal, se eligen los gobernadores de 36 Estados y 87 de las 99 cámaras legislativas.  Y a nivel local, los alcaldes de unas 300 ciudades.

 

2. ¿Cuáles son la previsiones?

Actualmente, los Republicanos controlan la totalidad del Congreso de EU, es decir, tienen mayoría en la Cámara de Representantes y en el Senado.

Según el portal FiveThirtyEight, los azules tendrían un 85.8% de posibilidades de ganar en la cámara baja, mientras que los rojos, un 84.2% de hacerlo en el Senado.

“Históricamente, en las elecciones de medio mandato que siguen a las elecciones presidenciales, como las de 2016, el partido del presidente pierde escaños. Es el ciclo natural”, explica Sarah Rosier, editora de la enciclopedia digital de las elecciones y política estadounidense Ballotpedia. 

Esto es así porque estas elecciones suelen tomarse como un test a los primeros dos años de mandato del presidente, afirma, en entrevista para Forbes México.

Sin embargo, se prevé una elección muy competida y en las que, además de la presidencia, también entrarán asuntos de política interna de los Estados.

Ballotpedia tiene identificados 16 estados que van a ser el verdadero campo de batalla este 6 de noviembre. Entre ellos: Nuevo México, Texas, Arizona, California i Florida.

“Usé el voto anticipado, el día 31. Mayormente, voté por los Demócratas. Pero para gobernador, voté por el candidato republicano. Lo conozco desde hace tiempo y ha manejado muy bien la política en los últimos años”, explica a Forbes México Mohammed Hossain, un texano de 30 años, en relación con Greg Abbott, elegido por primera vez en las midterms de 2014.

3. ¿Cuánta gente se espera que vote?

En las elecciones de medio mandato la participación ésta ha sido históricamente baja, aproximadamente del 40%.

Sin embargo este año, más cantidad de votantes podría beneficiar al partido Demócrata si logra movilizar al electorado joven y de minorías raciales. Esto es así porque los escaños de la cámara baja son uninominales, y las leyes electorales y configuración de los distritos perjudican a los azules.

Según una encuesta bianual del Instituto de Política de la Universidad de Harvard a votantes de entre 18 y 29 años, un 40% de los jóvenes estadounidenses votarían en estas elecciones, un aumento respecto de las de 2010 y 2014. De estos, más de la mitad (54%) lo haría en favor de los Demócratas, un 43% por los Republicanos y un 24% por independientes.

“Nunca había votado en unas midterms, pero definitivamente voy a hacerlo en estas”, afirma Emmanuel Charles, experto urbanismo de 30 años de edad, del Estado de Nebraska.

Según explicó a Forbes México, todos sus votos irán a favor de todo aquel que sea contrario a Donald Trump: “Ahora soy mucho más consciente del impacto que tiene la Cámara y el Senado en la política”, explica.

En algunos Estados en los que se permite el voto anticipado días antes de las elecciones, ya han notado más afluencia de gente acudiendo a las urnas y de recepción de votos por correo.

En Texas, donde se puede votar desde 15 días antes del día de las elecciones, medios locales informaban de que casi 4.9 millones de ciudadanos ya habían depositado su voto hasta este domingo, más de la participación total que se registró en las midterms de 2014.

Sin embargo, los analistas son prudentes: “Los medios hablan de la ola azul, pero no lo sabemos. En 2016, también esperábamos una alta participación y al final no fue así”, afirma Rosier.

4. ¿Qué está en juego?

Los resultados de estas elecciones afectarán directamente a la política interior del país, es decir, al bienestar y al día a día de los ciudadanos estadounidenses.

“En EU, los Estados tienen mucho poder. Muchas de las competencias más importantes son compartidas con el poder federal: la gestión del Medicaid y Medicare; servicios sociales; como se organiza el gasto educativo, etc.”, afirma Roger Senserrich, politólogo y editor del blog Politikon.

En entrevista con Forbes México, este español con ciudadanía estadounidense afirma que la diferencia entre tener un Estado rojo o azul es enorme.

“En el Estado de Nueva York, por ejemplo, ya se permite la baja laboral por paternidad y por maternidad. En California, el Obamacare también cubre a inmigrantes ilegales. En los Estados es donde se da el policy making (acción política)”, afirma.

Algunas de las regulaciones cuyo destino dependerá del resultado de estas midterms son: En Washington, hay una iniciativa para aprobar el primer impuesto sobre el carbono a nivel estatal. Los emisores tendrán que pagar 15 dólares por tonelada métrica emitida.

También, en los Estados de Michigan y Dakota del Norte hay iniciativas para legalizar el consumo de mariguana con fines recreativos.

Sin embargo, la política internacional es un rubro eminentemente presidencialista en el país.

“Incluso en materia de aranceles, el Congreso cedió mucha autoridad al presidente. En guerras comerciales, Trump seguirá teniendo la voz cantante”, explica este experto.

La política internacional no se decidirá directamente en las elecciones de este martes, pero sí podría verse directamente influenciada. Esto es así porque el partido que gane en la Cámara de Representantes tendrá facultades para investigar al presidente.

“El Congreso puede hacer pública la declaración de impuestos de cualquier contribuyente. Lo primero que harán los Demócratas si ganan es pedir la del presidente a la IRS (Servicios de Impuestos Internos), que alguna cosa debe esconder porque no ha la ha hecho pública hasta ahora”, afirma Senserrich.

Según este experto, si se confirman las encuestas y los azules ganan en la cámara baja, pondrán en marcha tres o cuatro investigaciones que afecten a Donald Trump con gran impacto en la opinión pública, para controlar la agenda mediática hasta la próximas presidenciales, en 2020.

El partido que controle el Senado, en cambio, tendrá en sus manos la aprobación o detención del nombramiento de los jueces federales afines a Trump.

La relevancia de estos cargos es que, además de ser vitalicios, determinarán cómo deben interpretarse las leyes estadounidenses en los próximos años, sobre todo, en temas polémicos como el aborto.

También, Trump podría ver complacidas sus quejas en contra de la 14a enmienda de la Constitución, que garantiza que los hijos de inmigrantes indocumentados nacidos en EU adquieran la ciudadanía estadounidense.

Durante un evento de campaña en Missouri, el presidente consideró este derecho como “una política loca y lunática”.

“Si finalmente aprueba una orden ejecutiva en contra de dicha enmienda, acabará en el Tribunal Supremo. En principio, éste no tendría que darle la razón, pero con una mayoría de jueces conservadores, no se sabe”, afirma el editor de Politikon.

5. Si se cumplen las encuestas, ¿qué pasará?

Pues que la actividad legislativa a nivel federal quedará probablemente bloqueada. Sin embargo, Senserrich afirma que han sido pocas las leyes que se han aprobado durante los dos primeros años de al Administración Trump. La más sonada ha sido la reforma fiscal.

“Si tienes un Congreso dividido, la legislación será mucho más difícil de aprobar. En política migratoria, por ejemplo, si los Demócratas controlan la Cámara, los Republicanos lo tendrán más duro para aprobar las partidas de gastos para aumentar la seguridad en la frontera”, explica Sarah Rosier.

 

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