La empresa espera recaudar 358 millones de dólares y alcanzar una valuación de 3,000 mdd. Sería el primer fabricante de wearables en pasar de startup a empresa pública.   Por Parmy Olson Una de las ofertas públicas iniciales (OPI) más emocionantes previstas para 2015 es la de Fitbit, y ocurrirá hoy cuando Fitbit enliste sus acciones entre 14 y 16 dólares para comenzar a salir a bolsa el jueves. La compañía espera vender 22.4 millones de acciones para recaudar aproximadamente 358 millones de dólares (mdd) cotizando en la Bolsa de Nueva York como “FIT”. Será el primer fabricante independiente de wearables en salir a bolsa. Y la fecha no pudo ser mejor. La compañía anunció sus primeras ganancias anuales de 132 mdd el año pasado, y sus finanzas lucen más fuertes que nunca. Los ingresos se triplicaron año con año a 336 millones dólares en el primer trimestre de 2015, y en la actualidad lidera el mercado global de wearables, con una participación de mercado de 34%, según las últimas cifras de IDC (incluso, el presidente Barack Obama fue visto usando una Fitbit Surge). La empresa contaba con 237.mdd en efectivo y equivalentes de efectivo al 31 de marzo. La valuación que Fitbit persigue es de 3,000 mdd. Naturalmente, la empresa enfrenta algunos desafíos tanto en casa como en el extranjero. En las últimas semanas, su archirrival Jawbone, que tiene 4.4% del mercado global de wearables, ha presentado dos demandas contra Fitbit. La primera sostiene que Fitbit robó empleados a Jawbone que llevaron consigo propiedad intelectual, y la segunda, presentada la semana pasada, acusa a Fitbit de infringir la patente de Jawbone sobre la forma en que una app de monitoreo de la salud toma los datos de un wearable de pulsera. La demanda lleva las cosas un paso más allá exigiendo una prohibición completa de los envíos de productos de Fitbit en Estados Unidos e involucra a la Comisión de Comercio Internacional. Aún no está claro si el caso llegará a tener el mismo tipo de influencia que el conflicto de patentes entre Apple y Samsung, y hay varios otros wearables que también tienen acceso a los datos de una banda. La preocupación más grande para los potenciales inversionistas de Fitbit es la competencia. El mercado de los wearables es actualmente uno de los segmentos de más rápido crecimiento en la tecnología. El primer trimestre de 2015 vio un salto de 200% en las ventas de dispositivos desde el año pasado, y se espera que los envíos se tripliquen de 21 millones de dispositivos vendidos a nivel mundial en 2014 a 144 millones en 2018, según IDC. Considerando que el mercado aún no encuentra a sus disruptores, el paisaje puede cambiar con gran velocidad, y la china Xiaomi ya se puede hacer precisamente eso. El fabricante de productos electrónicos se llevó un notable 25% del mercado de wearables en Q1 de 2015, menos de un año después de haber lanzado su Mi Band de 15 dólares. Para ponerlo de otra manera: hace un año, su participación de mercado era cero. Hoy es el segundo proveedor de wearables más importante del mundo. El Apple Watch es a menudo presentado como el principal desafío que se avecina para Fitbit, pero es necesario tomar en cuenta que si bien existe cierta superposición entre lo que ambas empresas hacen, sus principales categorías y precios son diferentes: el de Apple es un SmartWatch que comienza en 350 dólares, mientras que la gama de monitores de Fitbit tiene un rango de precios de entre 59 y 249 dólares. Según una investigación realizada por la Asociación de Electrónica de Consumo de EU, muchas personas que pretendían comprar una banda de fitness pueden encontrar el reloj de Apple por encima de su rango de precio. Si Xiaomi puede mejorar la durabilidad de su Mi Band y mantener ese precio ultrabajo, podría convertirse en un problema mayor para Fitbit que el Apple Watch, sobre todo si Xiaomi finalmente consigue algo de tracción en ventas en América del Norte y Europa. Una métrica que los inversionistas deben tener en cuenta: la participación global de mercado de Fitbit del 34% en realidad se encuentra por debajo del 44.7% de 2014, probablemente debido a factores competitivos como éstos. Fitbit, por su parte, planea mantenerse a la vanguardia de la competencia mediante su expansión en el “mercado de la salud y el acondicionamiento físico en general”, dice en su folleto de salida a bolsa. La compañía con sede en San Francisco no ha dejado claro lo que eso significa en la práctica, pero describe un mercado de 200,000 mdd que incluye “servicios de salud y acondicionamiento físico, tales como membresías a gimnasios y clubes de salud, servicios de control de peso comerciales y de productos de salud de consumo”. Fitbit ha dicho que planea gastar el dinero que recaude en su salida a bolsa en la investigación y desarrollo, así como en adquisiciones. También podría planear asociaciones con otras empresas establecidas en el amplio mercado de bienestar que Fitbit quiere perseguir. De lo que se habla poco es sobre la división empresarial de Fitbit, en la que vende rastreadores wearables y suscripciones al software a los empleadores para que puedan incorporarlos en sus programas de bienestar corporativo. Dado que se prevé que los costos de atención de la salud crezcan en los próximos años, se espera que la industria del bienestar corporativo en EU pase de 7,400 mdd en 2014 a 10,400 mdd en 2018, según IBISWorld, y eso probablemente incluirá las transacciones con empresas de tecnología que ofrecerán monitorear a los empleados e incentivarlos para ser más saludables. Si Fitbit puede mantener su punto de apoyo firme con estas asociaciones empresariales, así como con los consumidores, podría evitar que su participación de mercado se contraiga demasiado y convertirse en el primer fabricante de wearables que pase de la cultura de startups a la de una empresa madura que puede operar a escala.

 

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