HoLEP –que significa Enucleación Prostática con Láser Holmio– es considerado el último y más avanzado tratamiento mínimamente invasivo de talla mundial que existe para tratar el crecimiento benigno de la próstata (hiperplasia prostática). 

La próstata, un órgano del sistema reproductor masculino, está ubicada debajo de la vejiga. Si crece, obstruye la vía urinaria y provoca problemas que, aunque no generan dolor, afectan la calidad de vida de los pacientes y, de no tratarse, podrían causar complicaciones de forma grave, incluso llegar a hemodiálisis.

Algunos de los síntomas de la hiperplasia prostática son levantarse en las noches a orinar, chorro urinario delgado y urgencia de ir al baño.

En la actualidad, existe aún la cirugía abierta para tratar el crecimiento benigno de la próstata. El procedimiento consiste en abrir el abdomen y la vejiga, una herida que puede sangrar y requiere la colocación de una sonda urinaria por más de dos semanas, sobre todo en próstatas de gran tamaño. 

En el medio público existe la tradicional resección transuretral de próstata (RTUP), una cirugía en la que a través de la uretra se quita solo una parte de la próstata y se deja tejido residual, que al cabo de un par de años vuelve a crecer y necesitará cirugía otra vez. Además, únicamente está indicado en próstatas pequeñas.

Tecnología de vanguardia

La técnica quirúrgica HoLEP llegó a desbancar las otras formas de operar la próstata, comparte el Dr. Bruno Rubí López, considerado el cirujano urólogo más joven de Latinoamérica en completar 160 procedimientos quirúrgicos bajo este modelo, lo que lo posiciona como un promotor líder a nivel LATAM de esta tecnología de vanguardia.

Actualmente se ha convertido en referencia nacional de esta técnica, ejerciendo en la ciudad de Puebla. Además tiene socios en los hospitales más reconocidos de CDMX y Toluca, donde también se puede realizar HoLEP.

“No todos los urólogos ofrecen esta tecnología, ya que es difícil dominar la técnica al ser completamente nueva y de acceso limitado”, explica.

La HoLEP ofrece beneficios muy puntuales: se realiza a través de la uretra sin provocar ninguna herida, no hay tejido de próstata residual, no existe necesidad de reoperar, no se produce sangrado, se coloca una sonda solo por un par de días, puede operar próstatas de gran volumen (incluso Grado IV), el procedimiento generalmente no requiere de hospitalización (ambulatoria) y es una de las formas más seguras de operar pacientes anticoagulados (con antecedente de cirugía cardiaca o infartos).

La tecnología necesaria (láser de Holmio) es de costo más elevado que la tradicional RTUP; sin embargo, muchos cirujanos en el país están interesados en ver y aprender esta técnica, por lo que su oferta podría extenderse pronto en el resto del país.

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