Una muestra de que el comercio en América Latina va por buen camino es el crecimiento de 10.4% registrado a nivel intrarregional en 2017, de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), pero la integración entre la Alianza del Pacífico y el Mercado Común del Sur (Mercosur) puede dar pie a una mayor cohesión comercial entre los países latinoamericanos, consideran especialistas consultados por Forbes. El primer ejemplo de que estas dos iniciativas buscan potenciar el comercio en la región es la firma de un plan de acción que contempla medidas para eliminar las barreras no arancelarias, promover la operación conjunta de las ventanillas únicas de comercio exterior, fortalecer las cadenas productivas, fomentar acuerdos de reconocimiento mutuo de operadores económicos autorizados, cooperar en materia regulatoria y eliminar la regulación de los trámites. Este plan es importante debido al desmantelamiento de las barreras no arancelarias, dado que Brasil es uno de los países que más impone estas restricciones a nivel mundial. “Eventualmente veremos como estos bloques (Alianza del Pacífico y Mercosur) empiezan a desarrollar estructuras consolidadas, pero respetando el gobierno corporativo de ambos”, estima el catedrático de la Escuela Bancaria y Comercial (EBC), Ramón Martínez a Forbes. Un esfuerzo por lograr esta mayor integración entre ambos bloques lo dio a conocer el presidente de Perú, Martín Vizcarra, quien indicó que se buscará incrementar en más de 5% el comercio entre los países de la región. Por su parte, el presidente Enrique Peña Nieto señaló que el objetivo de este acercamiento fue fortalecer la vinculación entre los dos bloques comerciales más importantes de América Latina. “Hoy enviamos al mundo una clara señal de que juntos impulsamos la integración regional y el libre comercio”, comentó el mandatario mexicano en su discurso. Una integración con retos y virtudes A pesar de este principio de acuerdo entre ambos bloques aún hay retos que tienen que enfrentar como la necesidad de más infraestructura que permita la entrega rápida de las mercancías, así como la falta de aprovechamiento del potencial de ambos bloques. Para la economista del Tecnológico de Monterrey Campus Ciudad de México, Leticia Armenta, hay desafíos para que estos dos bloques económicos logren una mayor integración en términos comerciales dado que la región no cuenta con infraestructura que permita conectar de forma ágil las mercancías, además hay otros problemas como la migración y el narcotráfico. Asimismo, ambas iniciativas han quedado a deber en términos económicos y comerciales, asegura el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). En su reporte, “Conectando los puntos: Una hoja de ruta para una mejor integración de América Latina y el Caribe”, la institución señala que estos dos acuerdos lograron incrementar el comercio intrarregional en un 64% en promedio, pero dichos beneficios no estuvieron a la altura de un mercado regional con un valor de 5 billones de dólares. También no permitieron que la región fuera más competitiva en el plano internacional. En este mismo sentido, el catedrático de la EBC indica que estos dos bloques no serán una competencia directa para países asiáticos como China e India, que crecen a 6% anual, debido a que las empresas de estos países cuentan con una infraestructura más robusta, además de éstas se encuentran en varios países de América Latina como México, Colombia, Brasil o Argentina. En dicho estudio emitido por el BID, el gerente del Sector de Integración y Comercio del BID, Antoni Estevadeordal, señala que “unidos estos bloques pueden ayudar a mejorar la competitividad de la región en el exterior, particularmente en el entorno del comercio actual, cada vez más desafiante. Aislados y sin una masa crítica, estos tratados están condenados a la irrelevancia o, incluso, a una muerte lenta, a la luz de los mega acuerdos ya vigentes en Europa, Asia y América del Norte”. Sin embargo, el BID considera que la región podría sumar 11,000 millones de dólares (mdd) adicionales a los flujos anuales de comercio si combinara los 33 acuerdos comerciales independientes en un solo bloque de libre comercio regional. El banco regional considera que el incremento de las exportaciones oscilaría desde un 1% en el caso de la minería de los países andinos, hasta un 8% en las manufacturas mexicanas y un 21% en la agricultura de Centroamérica. En un escenario de fricciones comerciales crecientes, el informe sostiene que un acuerdo panregional podría constituir una póliza de seguro efectiva contra las pérdidas de mercado. “Un tratado de libre comercio de este tipo podría atenuar en hasta 40 % los efectos negativos de las fricciones del comercio mundial sobre las exportaciones de América Latina y el Caribe”, estima Estevadeordal. Puedes leer:  Así es la banca móvil en Centroamérica y República Dominicana

 

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