El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que se superó la amenaza de imponer aranceles y una posible crisis económica y política gracias al acuerdo migratorio alcanzado con Estados Unidos el pasado mes de junio, que “nos obliga a ser más estrictos en la aplicación de la ley en la materia”, así lo indicó en su discurso por su Primer Informe de Gobierno que se realizó en el Patio de Honor del Palacio Nacional.
Señaló que la aplicación de lo acordado con su país vecino del norte se da “sin violar los derechos humanos y rescatando a nuestro favor el reconocimiento de que se atenderá este asunto sin usar la fuerza y la coerción, sino creando oportunidades de trabajo y bienestar para la gente en sus lugares de origen”.
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Andrés Manuel aseguró que mediante la negociación y el diálogo franco se busca involucrar, como se ha estado haciendo, a los gobiernos de Estados Unidos y a los del llamado “Triángulo Norte” centroamericano (Guatemala, Honduras y El Salvador), en la construcción de mecanismo de reactivación económica, bienestar y desarrollo, a fin de desactivar el fenómeno migratorio. El presidente mexicano dijo que el propósito final de la política en materia de migración el lograr que “todas las personas puedan trabajar, estudiar y tener salud y bienestar en los lugares que nacieron o residen” y de esa forma, “no se vean forzadas a abandonarlos por hambre o violencia y que únicamente emigren quienes deseen hacerlo por voluntad y no por necesidad”.
Por otro lado, reconoció a los “héroes vivientes”, los migrantes mexicanos, quienes en los primeros seis meses de 2019 enviaron remesas a sus familiares por 16,845 millones de dólares (mdd), el monto más alto que se ha registrado en toda la historia del país. Además aseguró que las remesas son la principal fuente de ingresos de México.
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