En los próximos años se estima que la disponibilidad de agua en México se reduzca aún más, mientras que la demanda irá en aumento, ante esto el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) urgió al gobierno mexicano la actualización de políticas públicas para mejorar su gestión.
De acuerdo con un diagnóstico elaborado por el IMCO, en las últimas décadas, la disponibilidad anual por habitante en México ha pasado de 10,000 metros cúbicos (m3) promedio en 1960, a 4,000 m3 en 2000 y a 3,200 m3 en 2020.
Pero esta falta de disponibilidad de profundizará hacia 2030, pues se prevé que descienda por debajo de los 3,000 m3 por habitante al año.
Lo anterior será resultado del deterioro y explotación de los cuerpos de agua, al aumento de la población y al incremento de las sequías.
“México enfrenta retos importantes para la gestión del agua. Es necesario evaluar el actual esquema de administración, y tener en cuenta las áreas de estudio más afectadas del país (norte y centro). Además, deben considerarse factores como el crecimiento de las zonas metropolitanas, la evolución del número de habitantes, los usos del agua por sector (tanto los concesionados como los usos clandestinos), el crecimiento económico y el aumento de sequías e inundaciones”, señaló el IMCO.
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El think tank dijo que aunque las zonas norte y centro del país han experimentado problemas de escasez debido al aumento de las sequías, no ha impactado de manera importante al sector energético o la industria, pero alertó que de seguir el aumento de este fenómeno, se podrían tener importantes afectaciones en la producción de energía a nivel nacional, lo que dañaría a la población y la economía del país.
El problema de las sequías en México durante la última década, explicó, ha propiciado que las principales presas del país comiencen a reducir su nivel de almacenamiento, exhibiendo una tendencia a la baja acentuada desde 2017.
Aunque la capacidad máxima de las principales presas a nivel nacional es de 127,600 hectómetros cúbicos, el promedio anual de volumen almacenado representa apenas 69% de este nivel, detalló.
En 2021, las principales presas del país presentaron niveles por debajo del 66% de su capacidad por las sequía. La región norte presentó los niveles más bajos de volumen almacenado con 40%.
Ante esto, el IMCO propuso una serie de recomendaciones de política pública para atender la problemática del agua desde los ángulos de regulación, infraestructura y gestión:
- Mejorar el monitoreo del uso del agua, principalmente en el sector ganadero y agricultor.
- Desarrollar proyectos climáticos en los sectores antes mencionados.
- Evaluar y actualizar la delimitación de los acuíferos en que se encuentra dividido el país con criterios geofísicos en vez de geopolíticos.
- Invertir en modernización y conservación de infraestructura.
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