Así es como Audi en México quiere reducir su huella de carbono

Para reducir su huella de carbono, la firma automotriz Audi buscará aumentar la eficiencia del uso de energía en la planta de San José Chiapa, Puebla, no solo en la parte de producción de vehículos, sino en su logística. Las instalaciones en Puebla, cuya capacidad de producción es de alrededor de 150 mil unidades anuales del modelo Q5, consumen alrededor de 110,000,000 kWh para tal fin, y este viernes se anunció que la totalidad de la energía proviene de fuentes renovables. Sin embargo, la meta es continuar con la reducción de emisiones en otros procesos, mismos que continúan en estudio y análisis para aumentar su eficiencia. En entrevista con Forbes, el director de servicios de planta y medio ambiente de esa instalación, Erich Auer, explicó que el siguiente paso será atacar los procesos logísticos para reducir la huella de carbono en la totalidad de las operaciones de Audi en el país. “Tuvimos la fortuna de empezar en una de las plantas más modernas del mundo, todas nuestras instalaciones son lo más moderno y amigable con el medio ambiente que hay hoy en día. Pero eso no quiere decir que nosotros no podemos optimizar”, indicó. “Para buscar alternativas para reducir nuestro consumo eléctrico, se formó un equipo de Energy managers de todas las diferentes áreas que participan y que se reúnen periódicamente con nosotros del lado de medio ambiente y en conjunto discutimos mejoras energéticas que se pueden hacer en las diferentes áreas”. También lee: Audi México se estrena en la energía verde con estación en Puebla El viernes, ejecutivos de la empresa alemana también presentaron el certificado de cumplimiento de la medida ISO 50001-2018 relativa a la eficiencia energética. Ello significa que en la planta se hace un uso eficiente de la energía y se cuenta con un plan para mejorar ese aprovechamiento a la par que se promueve el empleo de energías limpias. Para 2025, la automotriz se planteó que a nivel mundial la totalidad de sus plantas serán de cero emisiones, a la par que se reducirá en 30% la huella de carbono de toda su flota de vehículos en relación con 2015, mientras que la aspiración es que para 2050 se alcance la neutralidad de emisiones en todo su ciclo productivo, desde la cadena de suministro al fin de la vida del vehículo. Si bien la mayor parte del consumo energético está en la fabricación de los autos, este no puede reducirse radicalmente, por lo que se optó para ello el uso de energías limpias. Sin embargo, se estudia cómo reducir el gasto energético en esta fase, especialmente en el proceso de pintado, que concentra casi la mitad del consumo. “Nosotros tenemos el equipo de los energy managers pero en el área de pintura ahí ya formamos otro equipo que es el equipo de innovación del área de pintura, porque sabemos que es el lugar donde tenemos que atacar primero, ahí tenemos a los éxitos grandes en ahorros energéticos en comparación a otras áreas donde no se puede reducir tanto “En orden sigue construcción de carrocerías, ahí también tenemos un consumo alto por la cantidad de robots que tenemos, la automatización y por los procesos de soldadura, cabinas de láser, extractores de aire para los gases que se generan en el momento de soldar, todo eso también consume mucha energía; después vienen prensas y el último es montaje donde tenemos el porcentaje más alto de trabajo manual en toda la planta”, señaló Auer. Igualmente, para el futuro se apuntará no solo a los procesos dentro de la fábrica, sino los relacionados con la proveeduría e incluso el traslado de los trabajadores. “Falta pensar cómo los trabajadores llegan a la planta, cuánto CO2 emiten en el camino al trabajo y de regreso, cuánto CO2 se emite en el transporte de las piezas, si están en barco, en carretera, en los trenes, todo eso ya se está analizando, y una meta futurista para 2050 es que todo el grupo Volkswagen va a ser un grupo de cero impacto hablando de emisiones de CO2, tomando en cuenta toda la cadena logística, todos nuestros proveedores”, aseguró el directivo de Audi.