Las tensiones geopolíticas y las complicaciones logísticas derivadas de la pandemia de Covid-19 abrieron la mejor oportunidad para México en los últimos 50 años y esa es la llegada de empresas de Asia atraídas por el nearshoring para instalar fábricas y plantas de producción.
“Cada vez se oye más una retórica de confrontación entre China y Estados Unidos, entonces estamos ante la mejor oportunidad que hemos visto en los últimos 50 años”, afirma Jorge Pigeon, vicepresidente de Mercados de Capital y Relación con Inversionistas de Fibra Uno.
“El nearshoring es una realidad, tanto así que jamás había sucedido que el presidente de los Estados Unidos se pasara tres días en México durante una visita de trabajo, eso es un buen indicativo del cambio de mentalidad”, comentó el directivo del fideicomiso de bienes raíces liderado por André El-Mann.
El cambio de mentalidad es un factor que resulta importante para la industria manufacturera, así como para los sectores inmobiliario y de desarrollo y administración de parques industriales.
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Hace poco más de 29 años se firmó el primer tratado de libre comercio para América del Norte, el TLCAN, el cual consolidó a México como una plataforma de exportación. Sin embargo, seis años después de su entrada en vigor se abrió un nuevo capítulo en la actividad comercial internacional, ya que China reforzó su relación con Estados Unidos, a través de su inclusión en la Organización Mundial del Comercio en el año 2000.
La emergencia sanitaria por Covid-19 propició un giro de 180 grados en el ámbito del comercio en todo el mundo, con impactos en las cadenas de suministro. Esto volvió a poner a México en la mira como el socio clave para la estabilidad y desarrollo de la región.
Las compañías de América del Norte, Asia y Europa ven en el nearshoring un facilitador, ya que les permite relocalizar procesos productivos ubicados en destinos lejanos para reducir los costos de maquilar.
“Las tensiones geopolíticas y las complicaciones logísticas derivadas de la pandemia de Covid-19 despertaron el interés de alcanzar una mayor diversificación de la producción en lugares geográficamente más cercanos”, señala el Banco Mundial (BM).
Agrega que la tendencia de relocalización de la producción se está moviendo hacia lugares más cercanos que Asia, por lo que “ya beneficia a México”.
Durante el cuarto trimestre de 2022, la absorción neta de naves industriales en la zona metropolitana del Valle de México fue de 100 mil 861 metros cuadrados y se tuvo un índice de disponibilidad de tan solo 1.3%, de acuerdo con la consultora Newmark.
La Asociación de Parques Industriales del Estado de Jalisco (APIEJ) informó que la tasa de disponibilidad en parques industriales en la entidad era de 0.2%, por lo que el desarrollo de nueva infraestructura es una gran oportunidad para las empresas de construcción.
“Si elaboras productos en Matamoros y transportas a Chicago, llegan dentro de 24 horas, sin embargo, el nearshoring debe ser para todo México, no sólo para la frontera”, expresa Jorge Pigeon.
“La frontera tiene mayor cercanía con Estados Unidos, sin embargo, también tenemos la gran oportunidad de formar ingenieros mexicanos calificados en el sur e invertir en nuestros puertos, hay trabajo qué hacer, pero la mesa está puesta”, resalta el directivo de Fibra Uno.
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