En la reconstrucción de Acapulco tras el paso del huracán Otis debe haber visión y orden, de acuerdo con la futurista inmobiliaria y experta en sostenibilidad, Nikki Greenberg.
Explicó que por principio en el proceso de reconstrucción del municipio guerrerense debe procurarse que las futuras generaciones acapulqueñas no padezcan destrucciones como la que causó Otis.
“Lo ocurrido en el puerto guerrerense se asemeja a destrucciones como las vistas en Tailandia y Pakistán, y he notado que al momento de reconstruir es necesario buscar cómo evitar que no vuelva a suceder un desastre natural a futuras generaciones”, comentó en conferencia con medios durante el evento de emprendimiento Incmty.
La experta precisó que participó en la planeación de recuperación de ambas localidades. En 2004, Tailandia fue azotado por uno de los peores tsunamis que se han visto en la historia, mientras que Pakistán ha requerido ayuda urgente y reconstrucciones tras las inundaciones que causaron destrozos en 2010 y 2022.
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De acuerdo con Greenberg, en el proceso de reconstrucción de Acapulco también se debe procurar el orden territorial, toda vez que podría ocurrir, como pasó en Tailandia, que en el proceso la propiedad de la tierra no esté clara.
“Cuando pasó el tsunami en Tailandia hubo mucha problemática por la tierra porque algunas zonas hoteleras se apoderaban de terrenos que antes eran de pobladores”, contó.
Asimismo, la experta advirtió que será necesario reconstruir el destino turístico de Acapulco pensando en edificaciones sustentables, y tratando de preservar la historia, cultura y a la gente que ya habitaba la localidad.
Algunos hoteles en Acapulco han dicho que abrirán sus puertas a mediados de diciembre próximo, tras el ciclón que los dejó devastados el 25 de octubre.
La reconstrucción en Tailandia, según Greenberg, tomó entre dos y tres años.
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