El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) alertó que subieron más del 40% los costos laborales para las empresas durante los primeros cuatro años del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
“Entre 2018 y 2022, los costos laborales en las empresas aumentaron en mayor proporción que los costos totales”, según la institución encargada de hacer análisis e investigación de coyuntura económica en México.
“En términos nominales subieron 73% los costos laborales en las empresas contra el 28.8% de los costos totales, así como 40% los costos laborales contra 4.3% los costos totales en términos reales”, señaló el órgano asesor en materia económica del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y empresas de primer nivel en México.
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Los costos laborales de los primeros cuatro años de la administración se habrán elevado en mucho mayor proporción que los costos totales de las empresas entre 2018 y 2024, manifestó el centro de investigación.
Agregó que los costos laborales en las compañías pasaron de representar el 10% de los costos totales en 2018 a 14% en 2022.
“Los costos laborales se han elevado sustancialmente en los últimos años y probablemente aumentarán más en el resto de esta administración, hacia el 2024”, apuntó el organismo dirigido por Carlos Hurtado.
Los costos laborales están conformados por las prestaciones contractuales, indemnizaciones y aportaciones a la seguridad social para los seguros que provee el IMSS y las previsiones para retiro y vivienda: “Todo ello eleva el costo laboral por encima de los salarios y sueldos que perciben los trabajadores y empleados”, apuntó.
Señaló que los mayores costos laborales son un obstáculo para la recuperación sólida, especialmente de las pequeñas y medianas empresas (pymes) y, por lo tanto, del empleo y del bienestar social.
“Hacia 2023 y 2024 es probable que los costos laborales continúen aumentando en mayor medida que otros costos y en términos reales”, manifestó el CEESP.
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Las revisiones de salario mínimo pesan significativamente en los costos, a pesar de que no afecten en su totalidad a los salarios contractuales, comentó. Hoy, 33% de la ocupación laboral en México percibe hasta un salario mínimo.
En 2023, las aportaciones de las empresas al retiro de los trabajadores comenzarán a aumentar en un punto porcentual del salario, conforme a la reforma al sistema de pensiones contributivas del sector formal del 2019, añadió el centro de investigación.
Agregó que el aumento de los precios laborales tiene implicaciones importantes para la economía, particularmente en la situación actual, cuando su reactivación tras la pandemia es evidentemente necesaria.
“En la medida en que los costos laborales crezcan en mayor proporción que los totales se alimentan las presiones inflacionarias, ya que lo natural es que las empresas intenten compensar esos costos con aumentos de sus precios a fin de evitar pérdidas”, comentó.
Además, es de esperarse que los aumentos más que proporcionales de los costos laborales afectan particularmente a las micro, pequeñas y medianas empresas, explicó el CEESP.
“La tendencia de incremento de costos laborales asociado a fuertes aumentos del salario mínimo y aportaciones a la seguridad social actúa en favor de la informalidad laboral”, advirtió.
“Esas implicaciones son inoportunas, por decir lo menos, cuando la reactivación económica y el abatimiento de la inflación son urgentes, a fin de generar más empleos de calidad y mayor bienestar social, aprovechando las grandes oportunidades que se presentan para el país”.
La moderación en términos de todo lo que afecta a los costos laborales es necesaria, incluyendo de manera importante la revisión de los salarios mínimos, planteó.
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