Por Edmar Ariel Lezama*

El incremento salarial de inmediato hizo pensar a la mayor parte de la población que los precios de los bienes y servicios se verán incrementados, utilizando el argumento de que habrá mayor demanda debido a que se cuenta con más dinero para gastar por parte de los trabajadores.

Lo anterior resulta falso si se observa a detalle la realidad del mercado de trabajo en México, ya que históricamente los trabajadores formales son pocos y con una paga baja, lo cual ha ayudado en los últimos 20 años a que no existan presiones inflacionarias por el lado de la demanda, pues habitualmente se está consumiendo los mismos bienes en cantidades similares año con año.

En lo que se refiere a salarios de trabajadores formales, la población ocupada registrada ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) tiene una paga de 230 pesos promedio por día para el año de 2019, por lo que el incremento a 123 pesos tan sólo significa la mitad de esa cifra, lo cual no representa un problema para que los precios se vean incrementados en el corto y mediano plazo.

Otro punto a destacar en el incremento salarial, es el hecho que solamente aplica a trabajadores formales que tienen como paga menos de dos salarios mínimos, por lo que quien gana 2 salarios mínimos (204 pesos diarios o 6,120 pesos mensuales) o más, no se verá beneficiado, salvo que el empleador decida aplicar dicho incremento en caso que así lo desee, lo cual hace muy poco probable que ocurra. 

De acuerdo a cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la población ocupada que podría beneficiarse del incremento es aproximadamente 11 millones de personas (población ganando menos de dos salarios mínimos), pero con el problema que esa cifra incluye a trabajadores formales e informales.

De esos 11 millones de trabajadores, las mismas cifras de INEGI (Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo) dicen que tan sólo entre 4 y 5 millones aproximadamente se encuentran en la formalidad, por lo que al final, es esa población la única beneficiada del aumento, ya que existen mecanismos de control sobre los empleadores para vigilar que se aplique el incremento, los cuales no existen para los informales.

En México, actualmente existen 55 millones de trabajadores entre formales e informales, de los cuales, tan sólo 5 millones serán los beneficiados (9% respecto al total), por lo que no existe ningún riesgo inflacionario, pero deja como tema a reflexión en el corto plazo, que quizá sea más útil buscar en el 2020 y 2021 estrategias de formalización de empleo en sectores con paga baja y que por ese simple hecho incrementarían sus ingresos, ya que no sólo ganarían más (como ocurrirá con los trabajadores formales en 2020), sino que podrán acceder a subsidios al salario y créditos como INFONACOT (Instituto del Fondo Nacional para el Consumo de los Trabajadores), lo cual es una estrategia para que se pueda acceder poco a poco a mínimos satisfactores sociales de esa clase trabajadora.

   

*El autor es Coordinador del Programa Único de Especializaciones en Economía, tiene un Posgrado de la Facultad de Economía, UNAM.

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

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