Por Luis Miguel Martínez* Uno de los grandes retos que México enfrenta es cerrar la brecha digital. No solo se trata de conectividad: la brecha digital impide el crecimiento y desarrollo económico del país. El Banco Mundial estima que por cada 10% de incremento en la penetración de la banda ancha, el producto interno bruto crece 1.38% y la productividad laboral 1.5%. Estas cifras son un ejemplo del tamaño del desafío, y oportunidad, que el gobierno mexicano tiene por delante en este momento. A pesar de los logros de la Reforma de las Telecomunicaciones, aún se necesita un mayor esfuerzo para superar los principales obstáculos que impiden cerrar la brecha digital: una infraestructura de telecomunicaciones insuficiente; la necesidad de ampliar la cobertura a áreas de difícil acceso, urbanas o rurales; y continuar promoviendo la competencia entre los diferentes tipos de operadores de telecomunicaciones. Una de las claves de solución es mantener el espectro de telecomunicaciones dedicado a la conectividad satelital, en lugar de utilizarlo en telecomunicaciones terrestres en servicios IMT. Esta interrupción socavaría décadas de inversión y progreso en la conectividad satelital, lo que ha resultado en avances en seguridad nacional, respuesta a emergencias, crecimiento comercial y construcción de comunidades. E interrumpiría los planes inminentes que ampliarán considerablemente la capacidad de la industria satelital para llevar Internet confiable, asequible, de alta velocidad y alta cobertura a áreas urbanas y rurales. La industria satelital contribuye a cerrar la brecha digital, en un momento en que las iniciativas gubernamentales de conectividad, como el programa Internet para Todos, de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes; y la Estrategia Digital Nacional, a cargo de la Oficina de la Presidencia, tienen que operar lo más eficientemente posible dentro de los parámetros de un presupuesto reducido e insuficiente para cumplir el objetivo de implementar puntos de acceso a Internet en todo el país. Las decisiones del gobierno este año, de continuar apoyando la inversión y el crecimiento de cada banda de espectro, incluido el de 28 GHz, de importancia crítica para la conectividad satelital, tendrán un impacto masivo en su capacidad para cumplir, no sólo con el compromiso de “Internet para todos”, sino para los otros proyectos de alta prioridad y de resonancia en todos los rincones del país. Un elemento crítico del éxito en la conectividad será asegurar que el Instituto Federal de Telecomunicaciones mantenga su política de asignación de espectro radioeléctrico existente. Es necesario preservar el acceso actual al espectro en la banda de 28GHz para la conectividad satelital y hacer que un espectro separado esté disponible para los nuevos servicios terrestres, contribuyendo a cerrar la brecha digital del país. *Académico de Ingeniería Electrónica por la Universidad Iberoamericana.   Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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