Por Moisés Pérez* Los CEO en nuestro país han expresado su deseo de arrancar novedosas estrategias de capacitación para todas las áreas. La mayoría, tiene claro que su fuerza de trabajo puede estar carente al respecto, sobre todo en tecnología e innovación. Debido al vertiginoso avance, a casi la mitad de los CEO le preocupa el tema de capacitación: así lo revelan los resultados de nuestra encuesta Talent trends 2019: Upskilling for a digital world, que publicamos en junio pasado. Sin embargo, lo más importante es la convivencia entre la alta dirección con la fuerza laboral. Y es que, hoy, el nuevo oro se llama “datos”. Según el estudio Preparing for tomorrow’s workforce, 86% de los CEO considera que los datos de la fuerza laboral –sobre cómo se sienten las personas en el trabajo–, son fundamentales para la toma de decisiones. Pero, solo tres de cada diez, dicen que son adecuados a sus necesidades. ¿Y qué pasa? Que el resultado es muy pobre en función de la expectativa que tienen de la misma empresa; y en cuanto a lo que están esperando de la información para tomar decisiones estratégicas. Es imprescindible preguntar a los usuarios lo que necesitan. A fin de cuentas, ¿quién conoce mejor los problemas de ventas que los vendedores? Hoy, quienes toman las decisiones, reconocen que viven sobre millones de datos. Pero, esta información deberá ser ordenada para analizar la historia de la empresa, y entender lo que ha permitido el éxito, y lo que no. Una organización puede tener, por ejemplo, cinco empresas diferentes, y calcular la rotación de personal de forma distinta en cada una. El problema surge cuando se toman decisiones estratégicas globales asumiendo un dato que no refleja el espíritu de la organización en lo general, ni de las empresas en lo individual. Se comparan peras con manzanas. En algunos casos, las organizaciones ya crearon estructuras y departamentos de análisis de datos. Además, disponen de mayor apertura, participación, interés y presupuesto para tener un consistente análisis de su propia información. Los datos, por ejemplo, también permiten conocer la diversidad generacional en la organización. Esto satisface de mejor manera las necesidades de capacitación de todas las áreas. Después del análisis de la información comprenderemos que se trata de tener compañías que exploten las capacidades, en espacios organizacionales acordes con las preferencias generacionales. Anteriormente, dábamos cuenta de que los CEO exploraban la idea de contratar personas de otros sectores, particularmente de industrias más innovadoras. En la encuesta de este año vemos un cambio: 46% están capacitando a su propia fuerza de trabajo. ¡Los secretos viven en las organizaciones! Muchos están sentados en minas de oro y creen que los secretos del éxito podrán encontrarlos fuera de la organización, cuando están, justo, debajo de ellos. Propiciar canales de comunicación abiertos y de fácil acceso para aprovechar todo lo que vive la organización es fundamental. Existen herramientas tecnológicas para lograrlo, para analizar datos, aprender de los errores, estandarizar la información, compararnos con otras organizaciones y medir resultados. ¡Hagamos uso de ellas estratégicamente! *Socio de Workforce of the Future en PwC México   Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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