Por: Ricardo Dorantes

El sector inmobiliario industrial es el principal testigo del boom del nearshoring, el fenómeno de relocalización que ha traído decenas de empresas, plantas productoras y proveedores al país.

En la actualidad, hay unos 47 parques industriales en construcción, de acuerdo con la Asociación Mexicana de Parques Industriales Privados (AMPIP), quienes ven con entusiasmo la época de mayor demanda en el sector: la disponibilidad de espacios ha pasado de 8% antes de la pandemia a un máximo de 3% durante el útlimo año.

Industrias como la automotriz, electrónica y de electrodomésticos, metalmecánica, de equipo médico y el sector textil ocupan buena parte de los más de 500 parques industriales que operan formalmente en el país; sin embargo, se han sumado otras industrias como las TI, a través de data centers, y el eCommerce, que recurre a estas plantas para utilizarlas como centros de distribución.

De ahí que la búsqueda de espacios industriales y su respectiva especialización ha despuntado durante los últimos años, llevando a las empresas del sector a ofrecer asesoría y acompañamiento para que los inversionistas elijan el lugar adecuado al cual trasladar su operación.

“No se trata solo de tener el terreno, sino que el parque cumpla con una orientación a ciertas industrias, que pueda dar respuestas inmediatas a las empresas que se muden y que cuente con perspectivas de desarrollo a mediano y largo plazo”, dice Liliana Hernández, directora general de American Industries, uno de los principales jugadores del sector inmobiliario industrial.

Estos factores son parte del Site Selection, o el proceso por el cual una empresa elige un parque industrial.

Los desarrolladores que avanzan con estos estudios y cálculos tienen el potencial de ahorrar tiempo y recursos a las empresas que tienen una intención de inversión.

“El parque que resuelve estas variables hace más fáciles los procesos de nearshoring, pues a las empresas les puede representar procesos de evaluación de más de medio año”, explica Hernández.

La experta recomienda algunos pasos a seguir para los inversionistas que tengan la mirada puesta en México, y quieran obtener el máximo provecho del parque industrial:

  • Tener claro el requerimiento del plan de negocio: ¿a qué viene la empresa a México?, ¿qué va a producir?
  • El Site Selection debe responder a todas las preguntas referentes a la localización: ¿hacia dónde fluirá la logística?, ¿es necesario estar en la frontera?, ¿dónde se ubica la proveeduría?
  • Conocer los servicios que ofrece el parque industrial, como luz, agua, así como infraestructura, vías de acceso, y la vocación con la que fue construida la sede.
  • Identificar las certificaciones con las que cuenta el parque, como la certificación OEA, para la seguridad, o el reconocimiento de Parque Industrial Limpio, que contribuye a que las empresas alcancen sus propios objetivos de sustentabilidad.

La elección atinada del parque industrial facilita a las empresas no solo el contacto con proveedores de su industria, sino también las capacidades logísticas y, principalmente, el encuentro con el talento que requiere su empresa en terriotrio mexicano, una variable crucial para las empresas recién llegadas.

“A nosotros nos resulta indispensable facilitar el trabajo de las empresas y que lleguen las industrias al lugar correcto, pues de esa forma se siguen creando ecosistemas exitosos que suman a toda la región”, termina Hernández.

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